El 25 de enero de 2016, solo cinco días después de su toma de posesión como Presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para que se proceda a la construcción de un muro en la frontera con los Estados Unidos Mexicanos, al objeto evitar la entrada irregular en los Estados Unidos de ciudadanos mexicanos y de otros países iberoamericanos.
Con posterioridad a la firma de la citada orden ejecutiva, Trump ha reafirmado reiteradamente su intención de que el coste del muro anteriormente citado (estimado en 10.000 y 25.000 millones de dólares estadounidenses) sea abonado por México «directa o indirectamente», incluso estudiando la posibilidad de establecer un arancel del 20% a las importaciones procedentes de México, afirmando entre otras cosas, que de ese modo en poco tiempo se tendría compensado el coste del muro.
Estas acciones y declaraciones, ya como Presidente de los EEUU, son manifestación de la actitud de desprecio que Trump mostró hacia la población de origen hispana e iberoamericana durante todo el periodo electoral. Este no es, por tanto, solo un ataque a México y a los Mexicanos, es un ataque a toda la Comunidad Iberoamericana y, por ende, a toda la Comunidad Internacional.
Se trata de actos con graves consecuencias y ante los que el Congreso de la Internacional Socialista no se puede quedar con los brazos cruzados. Como socialistas no podemos consentir el trato de desprecio a ningún país, hoy en especial a México, un país soberano que no puede ser humillado en su dignidad.
Debemos recordar que Estados Unidos no ha dejado nunca de gestionar sus fronteras y establecer un alto nivel de exigencia en sus relaciones comerciales y de cualquier tipo. Los demás actores internacionales han respetado siempre sus intereses. No hay un lugar para un trato y una relación que no sea respetuoso y de igual a igual. Donald Trump debe comprender que el entendimiento y el dialogo -en lugar del desprecio y las amenazas- con sus vecinos del Sur, y aliados en el interés de su propio país así como de toda la comunidad internacional.
Por todo ello, el XXV Congreso de la Internacional Socialista:
1. Muestra de manera firme su solidaridad con los Estados Unidos Mexicanos ante el trato de desprecio que suponen las graves actuaciones y declaraciones del Presidente de Estados Unidos Trump.
2. Condena la decisión de Trump de construir un muro entre la frontera entre México y Estados Unidos y cualquier acción encaminada a penalizar económicamente a los mexicanos con el objetivo de sufragar el coste de construcción de dicho muro.
3. Urge a la convocatoria inmediata de una reunión de los Ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Iberoamericana de Naciones en México para abordar este asunto de manera conjunta y promover una postura de apoyo a este país.