Cambio Climático: La undécima hora
27 noviembre 2013
La Internacional Socialista ha seguido muy de cerca la Conferencia en Varsovia sobre el Cambio Climático COP19/CMP9, que concluyó el 23 de noviembre en Polonia. Lamentablemente, una vez más se ha logrado muy poco avance sobre estos temas tan vitales. Se dieron algunos desarrollos positivos y la IS los acoge favorablemente, pero sobre los puntos más urgentes, en particular el sellar un nuevo acuerdo global para reemplazar el de Kioto, y lograr compromisos financieros firmes y suficientes de parte del mundo desarrollado, las decisiones fueron débiles o estuvieron ausentes.
Sobre un nuevo tratado a ser acordado en 2015 para tomar efecto en 2020, las negociaciones fueron extendidas debido a una falta de acuerdo, pero, no sorprende que esto no haya implicado cambios al calendario acordado el año pasado en Doha. Además, algunos compromisos –‘planes claros y transparentes’- serán finalizados en el primer trimestre del 2015 ‘por aquellas partes dispuestas a hacerlo’, dejando abierta la posibilidad irrefutable de una cláusula de escape para las partes que no deseen comprometerse. A pesar de que esta COP produjo un alto nivel de compromiso por países que previamente no estaban dispuestos a negociar, otros países siguen reacios y este continuo debate sobre quienes debe asumir la mayor responsabilidad ha impedido una vez más que las partes finalicen detalles sobre compromisos, contribuciones y recortes substanciales.
La IS ha expresado su decepción ante el plazo programado de 2015-2020, que arriesga más años de obstáculos y pérdida de tiempo. El Presidente de COP19, Marcin Korolec, ha declarado que ‘Varsovia ha sentado las bases para que los gobiernos trabajen en el proyecto de texto para un nuevo acuerdo universal sobre el clima, a ser incluido en la agenda de la próxima conferencia de la ONU sobre cambio climático en Perú’. Todas las naciones deben asegurar la presentación de planes claros, transparentes y suficientes durante el primer trimestre de 2015, para poder actuar de manera decidida y urgente.
Sobre el tema del Consejo del Fondo Verde del Clima, junto con informar que se encontraba bien encaminado para completar sus primeros pasos, parece que algunos requerimientos esenciales para su administración aún no han sido finalizados y la movilización se observa débil, otro punto sobre el cual la IS expresó preocupación el año pasado. Urgimos enérgicamente a la comunidad internacional a apoyar el Fondo con suficientes contribuciones financieras.
Sin embargo, esta COP ha demostrado cuán drásticamente se han reducido las promesas financieras. La Internacional Socialista se encuentra profundamente decepcionada de que la cuestión del financiamiento continúa dificultando los planes reales y concretos para la acción. Mientras algunos países desarrollados han anunciado próximas contribuciones para apoyar a naciones en desarrollo, la promesa anual de US$100 mil millones para 2020, que fue negociada en la COP15 en Copenhagen, nunca se ha materializado y las cifras sugeridas en la COP19 son mucho más bajas.
Se pudieron observar sin embargo algunos aspectos alentadores en la COP19. El primero es que se decidió un acuerdo financiero para el programa REDD+ con el respaldo de US$280 millones provenientes de un número de países desarrollados. Un segundo resultado positivo fue el Mecanismo Internacional de Varsovia para Pérdidas y Daños, una iniciativa nueva que aborda las pérdidas y los daños asociados con el impacto del cambio climático. Se han programado trabajos al respecto para principios del 2014, pero al hacer resaltar la urgencia de este asunto para los países en desarrollo que ya se han visto afectados, la IS urge que este mecanismo sea tratado como una prioridad. Como lo hemos declarado en repetidas ocasiones, las naciones en desarrollo continúan sufriendo las peores consecuencias del cambio climático y son las menos preparadas para enfrentar las consecuencias. La COP18 del año pasado fue memorable ya que el tifón Bopha azotó a Filipinas causando devastación mientras los delegados en Doha se esforzaban por encontrar un entendimiento común para lograr acuerdos sobre el cambio climático. Este año, el impacto del tifón Haiyan en Filipinas, que causó más de 5 mil muertes, ocurrió sólo días antes de que los delegados se reunieran en la COP19 en Varsovia. Estas tragedias son un crudo recordatorio del impresionante impacto del calentamiento global que tiene lugar ahora mismo.
En resumen, es claro que las partes han intentado avanzar la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada y un número de decisiones han sido adoptadas. Sin embargo, el plazo es demasiado prolongado y demanda firmes compromisos de una manera muy débil. Se deben finalizar planes sólidos en la COP20, y se deben cumplir las metas subsiguientes para que los países entreguen propuestas para firmar un nuevo tratado global en la COP21 en París, a fines del 2015. Este tratado debe asegurar que se logren objetivos efectivos generalizados. El Consejo del Fondo Verde del Clima necesita ponerse en marcha, y debe proveerse ayuda y apoyo financiero para la mitigación y adaptación al cambio climático a los países que lo necesiten.
No queda mucho tiempo. En mayo de este año, se informó que la concentración de dióxido por cambio climático en la atmósfera ha sobrepasado el nivel de 400 partes por un millón, y en septiembre, después de la reunión en Estocolmo, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) declaró que el umbral global de 2 grados de calentamiento sería rebasado en las próximas dos o tres décadas si continuábamos emitiendo gases efecto invernadero al ritmo actual. A medida que las consecuencias del calentamiento global recaen sobre nosotros, las naciones del mundo enfrentan cada vez más amenazas, las cuales se encuentran tal vez más cerca de lo que nadie se anima a contemplar. Un mundo con un clima devastador e impredecible con el poder de exterminar a pueblos enteros, un mundo de naciones que desaparecen, de sequías y hambruna, y donde seremos testigos de nuevas guerras de luchas por los recursos.
La oportunidad para las negociaciones y los debates llega a su fin, y el momento para la acción y la implementación es ahora. Esto debe estar basado en la sencilla razón de que los líderes mundiales y los representantes nacionales que toman parte en las negociaciones sobre cambio climático comparten la misma responsabilidad. La tarea es una tarea común. Es una tarea que trasciende el debate sobre si los países son ricos o pobres, sino que une el destino de todas las naciones. Es la tarea más crucial de esta generación, asegurar la estabilidad del planeta para la raza humana, y la acción debe tener lugar en todos los rincones del mundo, en todas las naciones del planeta.
La Internacional Socialista por mucho tiempo ha hecho llamamientos a actuar sobre el cambio climático a través del desarrollo y el uso de energía sostenibles, tecnologías de bajo carbono y políticas que puedan resultar en crecimiento económico. El informe de la Comisión de la IS que trabajó sobre este tema y reunió a líderes y personalidades de a través del mundo, argumentó que esto puede y debe hacerse, no simplemente para un futuro sostenible, sino para un futuro que sea próspero para todos los ciudadanos en todas partes del mundo. Entonces, una vez más, hacemos un urgente llamamiento a una respuesta común de la comunidad internacional al cambio climático, a actuar ahora, en el interés de todos, para un mundo que sea más justo, más equitativo y más respetuoso del medio ambiente, y para avanzar definitivamente desde una economía de alto carbono a una sociedad de bajo carbono.