Camerún: código electoral no aborda las preocupaciones democráticas
29 mayo 2012
A continuación de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de octubre de 2011 en Camerún, la Internacional Socialista reiteró su claro llamamiento para una verdadera democracia en ese país. Habiendo seguido los desarrollos en Camerún durante varios años y al haber contado con representantes presentes en el periodo pre-electoral y durante las elecciones, la Internacional pudo identificar un número de áreas clave de preocupación que deberían ser abordadas por las autoridades de Camerún, a fin de que futuras elecciones en ese país cumplan con las normas aceptadas internacionalmente.
En relación con la celebración de las elecciones, la Internacional hizo destacar la necesidad de enfocar la parcialidad de los integrantes y la falta de independencia de la comisión electoral, conocida localmente como ELECAM (Elecciones Camerún). Sin una representación de la sociedad civil o de miembros de la oposición, la independencia de ELECAM era indudablemente cuestionable, no menos porque los miembros de su directiva eran nombrados directamente por el Presidente. De la misma manera, los representantes de la IS señalaron la necesidad de contar con un registro electoral claro y preciso y la importancia de emplear una cédula única de votación, para evitar abusos en el proceso electoral y garantizar igualdad de oportunidades para todos los candidatos.
El partido miembro de la IS, Frente Social Demócrata (SDF) y otros partidos de oposición, abordaron con plena razón estos temas como una prioridad clave y central de sus legítimas demandas para un nuevo código electoral. Aunque el Presidente de Camerún concedió tardíamente la adopción de un Código Electoral, este código no toma en cuenta las fundamentales deficiencias del actual sistema electoral.
Las principales demandas de los partidos de oposición para un marco que garantice sus derechos en futuras elecciones no han sido respondidas. Las propuestas hechas por la oposición de Camerún, tales como la vital necesidad de reorganizar a ELECAM para convertirla en una organización verdaderamente independiente, la implementación de tecnología biométrica a ser usada en el proceso electoral, y la abolición de los poderes presidenciales para crear circunscripciones, han sido ignoradas.
A pesar de las seguridades entregadas anteriormente por el primer ministro de que el código sería adoptado consensualmente, las medidas que tenían el respaldo de la mayoría de los camerunianos han sido rechazadas como inconstitucionales. Estas demandas, tales como la limitación del mandato presidencial, la celebración de elecciones presidenciales de dos vueltas, la creación de circunscripciones únicas para las elecciones legislativas y el uso de una sola cédula de votación, podrían haber sido incluidas en el código electoral con una enmienda constitucional similar a la que en 1996 permitió al presidente en funciones presentarse a la relección. La importancia de estas medidas es tal que es imperativo que se apruebe una enmienda constitucional que permita la adopción de un código electoral que garantice elecciones libres, justas y transparentes.
El partido gobernante ha demostrado con sus acciones una vez más que persigue solamente reformas superficiales que benefician a sus propios intereses, haciendo burla de sus promesas de que el código electoral sería elaborado de manera consensual. La ausencia de democracia en Camerún y la determinación del régimen a continuar manteniendo el poder se encuentran al centro del estancamiento social y económico.
La participación notablemente baja en las elecciones presidenciales del año pasado es un reflejo de la actitud de muchos de que no hay nada que ellos pueden hacer para lograr un impacto en la vida política. Para recuperar la fe en el proceso político, la gente necesita ver que las autoridades están preparadas a aceptar la voluntad de la mayoría, un requisito que desgraciadamente se encuentra ausente en el actual gobierno de Camerún. Al ignorar las demandas de cambio y manteniendo una fachada de democracia, ellos simplemente están prolongando los críticos problemas políticos y su negativo impacto social y económico en la población.
La Internacional Socialista reitera sus llamamientos para un nuevo código electoral que responda a las necesidades de Camerún. Continuaremos monitoreando estrechamente la situación, con pleno apoyo al SDF y a sus esfuerzos por lograr una verdadera democracia y el reconocimiento de todos los derechos de los ciudadanos.