Egipto - La inconclusa agenda democrática
21 diciembre 2012
La Internacional Socialista continúa observando muy de cerca los desarrollos en Egipto. El pasado fin de semana el Presidente Mohammed Morsi siguió adelante con el referéndum sobre una nueva constitución para el país, a pesar del gran desacuerdo de los partidos opositores y en medio de continuas protestas callejeras que ya han ocasionado varias muertes. Este fin de semana verá la conclusión de la votación.
Los grupos de oposición hicieron un llamamiento a Morsi a posponer el referéndum luego de expresar fuertes críticas al proyecto de constitución. En la etapa previa a estos eventos el Presidente Morsi emitió un decreto, a comienzos de diciembre, otorgándose poderes incontestables, lo cual conmocionó tanto al pueblo de Egipto como a la comunidad internacional. Esto fue seguido por su decisión de presentar precipitadamente el cuestionado proyecto de nueva constitución, y, a pesar de que Morsi invitó la participación de los partidos de oposición y prometió revocar su decreto, su rechazo a posponer el referéndum fue recibido con un rechazo al diálogo. La IS se ha sentido profundamente preocupada por el hecho de que a pesar de la falta de acuerdo, la votación fue llevada a cabo sin un adecuado proceso de consulta sobre una materia tan fundamental.
Junto a esto, el procedimiento de votación en el referéndum arrojo informaciones de extensas irregularidades, incluyendo una falta de supervisión imparcial, el cierre temprano de los puestos de votación y, en algunos casos el testimonio de mujeres que informaron de dificultades para poder emitir sus votos. Si, de acuerdo con la interpretación de los resultados parciales hasta ahora, la constitución es aceptada con un estrecho margen, los informes de irregularidades junto con el bajo número de votantes registrado, indicarían que el resultado del referéndum estaría lejos de ser genuinamente representativo de la voluntad de la gente.
Por lo cual, la Internacional Socialista hace un llamamiento a realizar serios esfuerzos para reabrir el camino del diálogo para recuperar el avance hacia la democracia en este importante momento de la historia de Egipto. Los nuevos fundamentos políticos del Egipto futuro deben ser democráticos en su construcción y asegurar los derechos y libertades de toda la gente, independientemente de la religión, el credo o el género. Toda nueva pérdida de vida o lesiones a aquéllos que defienden sus derechos en las calles son totalmente inaceptables.
Después de la pérdida de más de 800 vidas en el levantamiento del año 2011, es imperativo no olvidar el motivo por el que entregaron sus vidas esos valientes egipcios, o perder el ímpetu para consolidar los avances democráticos. La Internacional Socialista, que saludó con entusiasmo el cambio que trajo la revolución y que continúa junto a aquéllos que aún se esfuerzan por lograr un estado plenamente democrático, reitera su solidaridad con todos los que comparten los ideales y principios de la social democracia en Egipto hoy día, y con todos los que continúan movilizados y comprometidos en la defensa de los objetivos democráticos de la revolución.