En apoyo a la democracia y a la unidad nacional en Egipto
4 julio 2013
A un año de llegar al poder con 13 millones de votos, el Presidente Mohamed Morsi y su gobierno dominado por la Hermandad Musulmana han sido removidos de sus cargos a través de la fuerza por el ejército egipcio.
El Presidente Morsi, primer Presidente de Egipto elegido libremente, había llegado al punto más bajo en términos de popularidad, al no haber logrado cumplir las promesas democráticas por las cuales había sido electo. El pasado mes de diciembre se concedió a sí mismo poderes incontestables, que conmocionaron no sólo al pueblo egipcio sino también a la comunidad internacional, y luego pasó a llamar de manera precipitada a un referéndum sobre la nueva constitución, a pesar de la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas. Desde entonces, el descontento y la discordia nacional se han intensificado, lo cual ha dado como resultado una nación profundamente dividida y polarizada. La economía ha sufrido deterioro, el desempleo y la inflación siguen aumentando, y el PIB se ha reducido severamente.
Un golpe militar, sin embargo, es incompatible con la democracia y la Internacional Socialista hace un llamamiento a las autoridades interinas a respetar el estado de derecho y a restaurar la democracia sin mayor demora por medio de la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias.
La revolución popular que conmovió al país dos años atrás no ha dado comienzo a la era de democracia y libertades que el pueblo egipcio esperaba, y por las cuales muchos lucharon y murieron valientemente. Pero se han logrado avances y es evidente que la gran mayoría del pueblo de Egipto no cejará en su lucha por lograr una plena democracia.
La Internacional Socialista espera ver una solución pacífica de los problemas que Egipto enfrenta hoy y hace un llamamiento al conjunto de la población a respetar sus diferencias, sean estas religiosas, culturales o de género, y a unirse en favor de los intereses de la nación para hacer justicia a aquellos ciudadanos que pagaron con sus vidas en sus esfuerzos por conquistar un pais mejor, viviendo en paz y democracia. La IS reitera su solidaridad con todos aquéllos en Egipto que comparten los ideales y principios de la social democracia y que permanecen comprometidos en la defensa de los objetivos democráticos de la revolución del 2011.