La Internacional Socialista en el centenario de la Declaración Balfour

2 noviembre 2017

Cien años atrás hoy día, durante la Primera Guerra Mundial, el Ministro de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour, transmitió el apoyo del gobierno de su país para el establecimiento de “un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina”, en una declaración que ha tenido un profundo impacto sobre la historia posterior del Oriente Medio y sobre los pueblos de Israel y Palestina. La promesa de Balfour preparó el camino para la declaración de un Estado de Israel independiente en 1948 y más tarde su aceptación como miembro de las Naciones Unidas en 1949.

En este aniversario, a pesar de los conflictos, guerras y sufrimiento humano de los últimos cien años, podemos apreciar que las aspiraciones y necesidades de un pueblo llevaron a la comunidad internacional a actuar positivamente en su búsqueda de un Estado. Sin embargo, aún permanece el desafío de responder igualmente a las aspiraciones y necesidades del pueblo palestino que ha esperado todos estos años recibir el respeto y el reconocimiento de sus derechos.

El compromiso hecho cien años atrás en la Declaración Balfour de que “nada será hecho que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina”, no se ha respetado plenamente, y muchos de estos derechos han sido sucesivamente erosionados. Además, la declaración omite claramente mencionar los derechos políticos y fue redactada sin consultar a estas comunidades sin nombre. El desigual status concedido a la población no judía en la Declaración Balfour ha contribuido a las siguientes décadas de un conflicto no resuelto entre Árabes y Judíos a través del Oriente Medio.

La Internacional Socialista ha considerado por largo tiempo que una solución justa y duradera del conflicto Árabe-Israelí es un requisito previo para la paz regional en el Oriente Medio, y esto requiere de que todos los derechos - civiles, religiosos políticos - del pueblo palestino sean respetados. Esto será logrado solamente con el pleno reconocimiento internacional de un Estado Palestino independiente, viviendo en paz lado a lado con Israel, con las fronteras de Junio de 1967, con Jerusalén del Este como su capital. Esto ha quedado reflejado en numerosas ocasiones en las posiciones adoptadas por la Internacional Socialista, con el apoyo de sus partidos miembros en Israel y Palestina, subrayando el derecho del pueblo palestino a tener un Estado. La Internacional Socialista ha acordado igualmente que todo partido miembro de la organización que forme parte de su gobierno nacional debe asegurar el reconocimiento al Estado de Palestina.

Hasta la fecha, a pesar de que 136 de los 193 estados miembros de la ONU ya han reconocido al Estado de Palestina, éste tiene el status de “estado observador no miembro”. Ya es hora de que la comunidad internacional entera y las Naciones Unidas adopten acciones decisivas y valientes, otorgándole no solamente su debido pleno e incondicional reconocimiento al Estado de Palestina, sino también el apoyo necesario para asegurar la viabilidad de que ese Estado llegue a ser una realidad tangible. Solamente sobre esta base, con una solución de dos estados soberanos y democráticos con igual status, se podrá alcanzar la paz y la seguridad.