La urgente necesidad de reinstaurar la agenda democrática de Egipt
31 julio 2013
Durante estas últimas semanas, el mundo ha sido testigo de un drástico cambio en la agenda democrática en Egipto. La situación política continúa deteriorándose rápidamente, disminuyendo cada vez más las posibilidades de reconciliación nacional y democracia.
La violenta represión y el extremo uso de fuerza por parte del ejército y de la policía en contra de los manifestantes, que han dejado como resultado un gran número de muertos y muchos heridos, son hechos deplorables y condenados sin reservas por la Internacional Socialista.
La persecución política debe terminar. Mohamed Morsi y todos los miembros de la oposición bajo arresto deben ser puestos en libertad.
El derecho a manifestarse pacíficamente debe ser respetado.
Las restricciones aplicadas a los medios de comunicación de la oposición y a la libertad de expresión deben ser levantadas de inmediato.
Volver a desplegar unidades de la policía para reprimir las manifestaciones, las mismas unidades que fueron suspendidas luego de los levantamientos de 2011, es completamente inaceptable, como también lo es el otorgar al Primer Ministro interino el poder para declarar al país en estado de emergencia, tal como en el pasado.
La agenda democrática en Egipto, propuesta por los millones de personas que deseaban terminar con la represión y las violaciones a los derechos humanos de años anteriores, debe ser reinstaurada urgentemente. Como lo ha declarado nuestra Internacional, las autoridades interinas que resulten de una intervención militar deben respetar el estado de derecho y comprometerse en la preparación de elecciones presidenciales y parlamentarias sin mayor demora. Nada sino una verdadera democracia, el goce de libertades y derechos para todos, deben ser el camino a seguir después del sacrificio de tantos a partir del año 2011. La Internacional Socialista hace un llamamiento a todos los ciudadanos egipcios, a todos los grupos y partidos políticos a dar prioridad al diálogo, al pluralismo, al reconocimiento y respeto mutuos, preservando el espíritu y los objetivos de la revolución del 2011.