Mauritania: la necesidad de democracia

30 mayo 2012

La situación en Mauritania sigue siendo de gran preocupación para la Internacional Socialista. Bajo el actual régimen de Mohamed Ould Abdel Aziz, Mauritania está sufriendo una seria crisis institucional, un estancamiento político, el fracaso del estado frente a sus ciudadanos, el deterioro de las condiciones de vida y el mal manejo y malversación de los recursos nacionales.

Reuniendo fuerzas para lograr el cambio del actual régimen, once partidos de oposición han formado la Coordinación de la Oposición Democrática (COD), para unir sus esfuerzos en favor del cambio democrático. La Asamblea de las Fuerzas Democráticas (RFD), un partido miembro de la IS bajo la dirección de Ahmed Ould Daddah, ha estado por más de dos décadas al frente de los llamamientos a elecciones genuinamente libres y justas y a una salida democrática de la crisis.

El no cumplimiento con las fechas fijadas por la ley de Mauritania para la celebración de elecciones legislativas y municipales ha lanzado efectivamente a Mauritania a una crisis constitucional. La constitución de Mauritania limita el mandato de diputados a cinco años, un periodo que expiró en noviembre del 2011. Como resultado de ello, la Asamblea Nacional ha estado legislando fuera del marco legal durante siete meses.

El resultado es que la Asamblea Nacional tiene ahora constitucionalmente anulados todos sus poderes, haciendo ilegítima a su mayoría parlamentaria. A pesar de ello, el régimen continúa ejerciendo el poder con impunidad y demostrando una completa indiferencia por la constitución y el calendario electoral de Mauritania.

Con el fin de poner fin a esta crisis y punto muerto, la COD ha propuesto que asuma el poder un gobierno de transición. Tal administración incluiría a representantes de todos los partidos, con el único objetivo de preparar elecciones que permitan a las instituciones políticas de Mauritania recobrar su legitimidad. Estas elecciones estarían organizadas en su totalidad por una Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) basada en un consenso. Los resultados de estas elecciones deberán ser validados por un Consejo Constitucional basado igualmente en un consenso. Estas dos condiciones son indispensables para tener finalmente una votación verdaderamente transparente y justa.

Durante muchos años, el ciudadano común de Mauritania ha sufrido las consecuencias del mal manejo político. Una cesantía masiva, fuertes aumentos en el precio de los productos de primera necesidad y provisiones de salud extremadamente limitadas, todo lo cual conforma el cuadro de una situación social catastrófica. Estas deficiencias, combinadas con un débil sistema nacional de educación, acortan las miras y han dejado a muchos mauritanos sin oportunidades para desarrollar su potencial y lograr una vida mejor para ellos.

Los ciudadanos a lo largo del país están expresando su insatisfacción. Los esfuerzos de la RFD y la COD han podido movilizar a activistas democráticos que demanden respeto a sus derechos y oportunidades. La reciente destitución de regímenes autocráticos y anti democráticos en el mundo árabe y en Africa Occidental, han dado igualmente un impulso a las demandas de destitución del régimen militar en Mauritania.

A través de este convulsionado periodo, la Internacional Socialista ha continuado expresando su total apoyo y solidaridad a la RFD y a todos los demócratas en Mauritania. En este momento cuando el cambio democrático se extiende por el mundo árabe, estamos convencidos de que también en Mauritania la democracia abrirá el camino hacia un futuro más justo, más próspero y más seguro.