9 diciembre 2021

El día 14 de diciembre se dará comienzo a la audiencia de sentencia de Mikalai Statkevic, presidente de Narodnaya Hramada, el partido miembro de la IS en Belarús, luego de un juicio a puertas cerradas que tuvo lugar dentro de la prisión Homiel donde se encuentra encarcelado. Durante este simulacro de juicio, Statkevich no tuvo acceso a representación legal o defensa y durante los 560 días en que ha permanecido en detención, se le ha negado todo contacto con su familia, al mismo tiempo que el régimen ilegítimo de Alexander Lukashenko revela su determinación de suprimir todas las fuerzas democráticas en el país.
La sentencia de Mikalai Statkevich será otro día sombrío para aquéllos que luchan por los derechos políticos y humanos del pueblo de Belarús. Durante muchos años, como una figura central dentro de la oposición democrática a la dictadura de Lukashenko, Statkevic ha trabajado incansablemente, poniendo en riesgo su libertad para establecer el cambio y la democracia en Belarús, participando activamente en las reuniones de la Internacional Socialista donde es actualmente el copresidente del Comité de la IS para la CEI, el Cáucaso y el Mar Negro.
Otros miembros de Narodnaya Hramada han sido también arrestados y llevados a juicio sin el debido proceso, entre ellos el secretario general del Partido, Sergei Sparish, quien ha recibido una sentencia de seis años y el activista Andrei Khrenkov, condenado a cinco años de prisión. Ambos ya han permanecido detenidos por más de un año. La Internacional Socialista reitera su firme condena a la detención y juicio por motivos políticos de Mikalai Statkevich, Sergei Sparish, Andrei Khrenko y muchos otros más. El régimen dictatorial de Belarús, carente de legitimidad democrática y apoyo popular, ha intensificado su flagrante opresión a la oposición política para mantener su control sobre el poder.
La plena solidaridad de la Internacional Socialista y sus partidos miembros está con los detenidos miembros de Narodnaya Hramada y con todos los prisioneros políticos en Belarús. Reiteramos una vez más el llamamiento a nuestros miembros a través del mundo y a la comunidad internacional en general a tomar medidas en apoyo de aquéllos que han sacrificado su libertad por la causa de la democracia en Belarús, y ejercer presión sobre el régimen, a fin de que la voluntad del pueblo pueda ser expresada libremente.