Nacimiento de la nación más joven del mundo debe traer consigo una nueva era de paz
11 julio 2011
El pueblo de Sudán del Sur ha marcado el nacimiento de su país -la nación más nueva del mundo- con expresiones de júbilo, luego de más de cinco décadas de disturbios y guerra civil.
En ceremonias a lo largo de la nueva República, decenas de miles de personas salieron el sábado a las calles para sellar un día que muchos pensaron no llegaría nunca: la separación oficial del Sur y del Norte de Sudán.
Los medios internacionales reportaron escenas de euforia, particularmente en Juba, la nueva capital oficial del país, donde la gente ondeando banderas, bailaron y tocaron música hasta altas horas de la madrugada.
El Presidente Salva Kiir firmó la Constitución y tomó su juramento frente a una gran muchedumbre, antes de urgir a sus conciudadanos a no olvidar a los millones de personas que murieron como resultado del prolongado conflicto sudanés que hizo estragos entre los años 1955 y 2005. Se estima que más de 2 millones de personas perecieron solamente en la segunda guerra civil de Sudán entre 1983 y 2005.
Sin embargo, las festividades del fin de semana son solamente el comienzo de un largo camino para Sudán del Sur. Al ser uno de los países menos desarrollados del mundo, con uno de cada diez niños que mueren antes de cumplir un año de edad, Sudán del Sur tiene muchos problemas que afrontar.
En semanas recientes, violentos enfrentamientos en las áreas fronterizas de Kordofán del Sur y Abyei bajo disputa, han provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas y dejado muchos muertos. A pesar de que la situación se ha calmado, aún está lejos de ser resuelta.
Además, el nuevo gobierno estará encargado de tratar de dividir entre el norte y el sur las entradas provenientes de la riqueza petrolera, una probable redefinición de la frontera y crear las provisiones para el cuidado de la salud virtualmente no existentes, entre otros temas.
A pesar de estos muchos desafíos, la Internacional Socialista felicita al pueblo de Sudán del Sur en su nueva independencia, diciendo:
“El hecho de que el 99% de los sudaneses del Sur votó por la libertad en el aplastante referéndum de enero, demuestra de manera abrumadora que el pueblo deseaba un claro rompimiento con el pasado, una nueva patria y, sobre todo, un nuevo comienzo.”
“La IS extiende sus más cálidas felicitaciones al pueblo de Sudán del Sur. Esperamos sinceramente que la violencia y la agitación que han dejado sus huellas en estos dos países –Norte y Sur- ahora lleguen a su fin. La democracia vive aquí ahora y necesita de cuidado y protección para asegurar que la próxima generación de sudaneses del sur sea capaz de vivir en una nueva era de paz y esperanzas.”