Declaración sobre Argelia

CONSEJO DE LISBOA - 50º aniversario de la Internacional Socialista, 29-30 de junio de 2001

Original: francés

Tras diez años de guerra a puertas cerradas contra los civiles, los argelinos se están manifestando pacíficamente en estos momentos enfrentándose a una represión sangrienta y feroz.

  • La IS condena la utilización de la fuerza y del terrorismo contra la población argelina que reivindica más libertades, más derechos, más justicia, más progreso y un cambio democrático.
  • La IS hace suya la resolución de urgencia adoptada en Berlín por el Congreso del PSE lanzando un llamamiento a la Unión Europea a apoyar ante Naciones Unidas la solicitud del envío de una comisión de investigación internacional sobre la responsabilidad de las masacres.
  • La IS apoya la declaración hecha en Gotemburgo por los jefes de Estado y de gobiernos europeos condenando la sangrienta represión y apelando a los responsables argelinos para que adopten una clara iniciativa política con miras a alcanzar una solución pacifica y democrática de la crisis.
  • La IS pide a la Unión Europea que condicione la continuación de las negociaciones sobre el acuerdo de asociación con Argelia a un efectivo respeto a los derechos humanos y alienta a Javier Solana a promover la universalidad del derecho de las poblaciones civiles a su protección y a su seguridad en Argelia.
  • La IS pide a sus partidos miembros y a los gobiernos interceder ante el Secretario General de las Naciones Unidas con el fin de:

- Enviar una comisión de investigación internacional;

- Enviar a un representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas;

- Insistir, a pesar de la negativa de las autoridades argelinas, en el envío de relatores especiales sobre las torturas, las desapariciones forzadas y la violencia contra las mujeres;

- Promover y apoyar la actuación del Secretario General de las Naciones Unidas con miras a presentar ante el Consejo de Seguridad el tema de las violaciones masivas a los derechos humanos que, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas, constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional.