En su reunión del 5 y 6 de marzo en Tokio, el Comité de la IS para Asia y el Pacífico le dio un fuerte impulso al proceso de reunificación de Corea del Norte y Corea del Sur, por tanto tiempo postergado. La reunión, con el Partido Socialdemócrata de Japón como anfitrión, abordó varias de las principales preocupaciones políticas de la región y fue muestra del nuevo vigor desplegado por la Internacional en una de las más populosas e importantes zonas del mundo.
El encuentro congregó a miembros del Partido Democrático del Milenio de la República de Corea en el Sur y del Partido de los Trabajadores de Corea de la República Popular Democrática de Corea RPDC en el Norte. La reunión fue aclamada en la región como un importante paso en apoyo del proceso de reconciliación iniciado con la cumbre de los líderes de ambos estados, Kim Dae Jung, del Sur, y Kin Jong Il, del Norte, realizada en junio del año pasado.
Uno de los resultados concretos de los diálogos es la decisión de la IS de enviar una primera misión de alto nivel a las dos repúblicas, más adelante en el presente año.
El Comité hizo un llamado a los partidos miembros de la IS de todo el mundo para que promuevan las reuniones bilaterales con el Norte, provean asistencia humanitaria y faciliten el deseo de la RPDC de tener mejores lazos y relaciones internacionales.
Ambos países tendrán presencia en la Organización para la Seguridad del Noreste de Asia, por cuya creación abogó el Comité. Japón, China, Mongolia, Rusia, los Estados Unidos y Canadá serían los demás miembros del organismo.
Este último deberá jugar un papel activo en la resolución de conflictos y en abordar problemas como la pobreza, el hambre, las enfermedades, el deterioro medioambiental y las desigualdades. La Organización incorporará garantías contra acciones militares.
Otros de los temas discutidos incluyeron el retiro de las bases de los EEUU de la isla japonesa de Okinawa; las tensiones raciales en Fiji; el gobierno autoritario en Pakistán, la situación de Daw Aung San Suu Kyi en Birmania; la violencia de la policía en Malasia; la búsqueda de una mejor democracia en las Filipinas, la intolerancia frente a las mujeres y su propia herencia cultural en Afganistán; la transición política en Indonesia y el progreso político en Timor Oriental. Papua Nueva Guinea y los problemas en Bougainville, así como la situación de Papua Occidental y las Islas Salomón también fueron temas objeto de la discusión.