La primera reunión del Comité de la Internacional Socialista sobre el Desarme titulada ‘Seguridad Común a través del Desarme’, tuvo lugar en Berlín el 21 de abril de 2009 acogida por el Partido Socialdemócrata de Alemania y contando con la participación del Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y candidato del SPD a Canciller Frank-Walter Steinmeier, y del Presidente del SPD, Franz Müntefering. Estuvo presidida por Rolf Mützenich, MdB del SPD, quien fue elegido para encabezar este Comité en la última reunión del Consejo de la IS celebrada en Vallarta, México.
Alrededor de 50 participantes, incluyendo representantes de partidos políticos y expertos invitados especialmente, se reunieron en Willy-Brandt-Haus para discutir una agenda que incluyó temas relacionados con el reforzamiento del Tratado de No Proliferación, NPT; el logro de una opción cero para armas atómicas tácticas; y las posibilidades de un acuerdo sobre armas de proyectiles antibalísticos (ABM).
El simbolismo de reunirse en Berlín, una ciudad que triunfó sobre las divisiones causadas por la Guerra Fría, no pasó desapercibido para los participantes. Al inaugurar la reunión, el Secretario General de la IS Luis Ayala evocó con calidez el legado de Willy Brandt y su perdurable contribución a la paz y la seguridad, un hombre cuya visión y ejemplo, expresó, animaban una vez más con vigor a nuestra Internacional en su empeño por dar respuesta a los nuevos desafíos y oportunidades que enfrentamos hoy en día. Estamos viviendo nuevos tiempos ahora, expresó Ayala, las armas nucleares eran herencia de una época anterior, de un tiempo caracterizado por la Guerra Fría, la confrontación y el autoritarismo. Y así como la Internacional Socialista había sido entonces la vanguardia del movimiento por la democracia, la libertad y la paz, hoy día estaba dispuesta a contribuir a la nueva arquitectura necesaria para el control de armas y un mundo libre de armas nucleares, basada en sólidas estructuras orientadas hacia el diálogo y la cooperación entre naciones.
Frank-Walter Steinmeier hizo destacar que el sistema de disuasión nuclear estaba obsoleto y, de no cambiar, era también un riesgo para la paz mundial. Las pautas de pensamiento de la Guerra Fría debían dejarse de lado adoptando un nuevo modo de pensar. La confianza debía ser fomentada como un recurso para la política sobre armamentos. El control de armas se encontraba en un estado de parálisis, agregó, y miró hacia el 2010 con esperanzas de un nuevo tratado. Señaló el optimismo que se había generado luego del nuevo énfasis puesto sobre el control de armas por el Presidente de Estados Unidos, unido a los positivos signos emanados del Presidente de Rusia. El ‘cero global’ debe ser nuestro objetivo, manifestó, e insistió en que para ello no podía esperarse que los rusos y los americanos asumieran la responsabilidad de manera unilateral, otros, incluyendo a Europa, debían desempeñar también su papel. Sacando lecciones del pasado, concluyó, era evidente para nosotros que la seguridad de una nación no podía lograrse a través de la inseguridad de otra. Desde sus mismos inicios el movimiento democrático de izquierda había trabajado por el desarme y la paz, pero con paz interna al centro de nuestras sociedades. Y esto, dijo, era lo que nos distinguía.
Poniendo énfasis en el papel cumplido por el movimiento socialista mundial y sus figuras prominentes, tales como Willy Brandt, quien con sus ideales puso en marcha la historia, Franz Müntefering hizo realzar el convencimiento innato de que la gente es capaz de generar progreso y encontrar soluciones. Esto se había comprobado en el pasado, manifestó, y era verdad hoy día. El nuevo contexto en el cual vivimos actualmente nos obligaba a acercarnos unos a otros y a encontrar iniciativas comunes. Nuestro movimiento estaba en una situación privilegiada para lograrlo. Los tipos de conflicto que enfrentamos hoy son diferentes a aquéllos del pasado y la política de distensión debía abordarse también de manera muy diferente. Habían muchos problemas que ninguna nación podía enfrentar por si sola, expresó, ya que existían nuevos peligros inherentes. Ni los Socialdemócratas alemanes ni la IS habían sido nunca organizaciones pacifistas, agregó, siempre habían sabido que donde existía la violencia ésta debía ser detenida. Un requisito previo para lograr el desarme era asegurar que las decisiones y normas democráticas fueran implementadas, no impuestas, sino observadas, concluyó, y no podía haber prosperidad sin paz.
Las contribuciones a las discusiones cubrieron una amplia gama de temas de la actual agenda del desarme y del control de armas, y en sus comentarios finales, el Presidente del Comité Rolf Mützenich hizo notar el consenso sobre las cuestiones claves y la voluntad de todos los presentes de asumir un programa de acción común.
El Comité acordó un plan de 10 puntos haciendo un llamamiento al reforzamiento del Tratado de No Proliferación, a una solución cero para armas nucleares tácticas y estratégicas, un fortalecimiento de los controles multilaterales a través de una mejor verificación y la multilateralización del ciclo del combustible nuclear, un nuevo acuerdo de control de armas sobre misiles de defensa, un efectivo control de tecnologías de carrier, una intensificación de la prohibición de armas químicas a través del desarme y haciendo avanzar la Convención sobre Armas Biológicas, control de armas convencionales y superación de la crisis del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (FCE), protección de la población civil prohibiendo especialmente las armas perniciosas y estableciendo controles para las armas pequeñas y ligeras, obtener iniciativas regionales para el desarme y la seguridad en marcha, y superar el bloqueo en la Conferencia de Desarme en Ginebra.