Una contribucion a la discusion
Los partidos socialdemócratas y socialistas de la Internacional Socialista se sienten comprometidos a trabajar juntos para hacer que la economía mundial sea más sostenible, tanto desde una perspectiva medioambiental como social. Esta tarea requiere reformas estructurales en el orden económico internacional propiamente dicho.
GLOBALIZACION Y SUS EFECTOS
La apertura de las economías y los mercados ha tenido algunos efectos positivos. Sin embargo, la globalización desregulada ha tenido unos altos costes económicos y sociales durante las dos últimas décadas. El comercio mundial en mercancías, servicios y finanzas ha crecido rápidamente. Además, la desigualdad en el seno de las sociedades (tanto las industrializadas como las que están en vías de desarrollo) ha aumentado. La desigualdad entrelas naciones pobres y las ricas refleja un aumento constante y está alcanzando niveles sin precedentes.
Mientras que la teoría económica Keynesiana subrayaba que el Estado tenía la responsabilidad democrática de influenciar el desarrollo económico, las teorías neoliberales demandaban la separación de la economía y de la política con el objetivo final de mantener a la economía fuera del control democrático.
Por lo tanto, ¿qué se puede hacer para que la economía mundial sea de nuevo más social y dinámica? Existen diversos elementos de una magnitud estratégica internacional que deben afrontarse para poder salir del verdadero estancamiento provocado por la globalización neoliberal.
1. VOLVER A PONER LOS TEMAS DE DESARROLLO EN EL ORDEN DEL DIA
En los últimos veinte años las políticas sobre desarrollo han pasado de moda. Las estrategias basadas en el mercado que ponen énfasis en abrir las economías en vías de desarrollo a inversores extranjeros y en el desmantelamiento de estructuras estatales en el campo de la producción y de la infraestructura pública han dominado el debate. Los resultados han sido muy mediocres, especialmente en aquellos países donde la influencia de las instituciones de Bretton Woods ha sido más fuerte: en Africa. Si queremos que la economía mundial sea más social y dinámica, debemos abordar de nuevo seriamente los temas en materia de desarrollo.
1.1 El orden económico mundial emergente tiene que respetar las estrategias de desarrollo: esto implica un mayor espacio de acción para la protección de las nacientes industrias y una aplicación flexible y generosa de unos acuerdos especiales dentro del sistema de la OMC. La revisión programada de las disposiciones relacionadas con las TRIM (Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio) y los TRIPS (Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio) en la próxima ronda de la OMC deberá llevarse a cabo de forma que garantice el uso y la aplicación de los instrumentos económicos que ya utilizaron con éxito las prósperas economías emergentes de las últimas décadas.
1.2 Es necesaria una reducción más eficaz de la deuda: cada vez resulta más obvio que en muchos casos la carga de la deuda no es compatible con la creación del capital necesario para acelerar el proceso de desarrollo (en términos reales). Este problema requiere una atención inmediata. Vincular la reducción de la deuda con la democracia y con mayores derechos civiles y políticos asegurará que este esfuerzo dé como verdadero resultado políticas que aceleren el desarrollo (es decir, capital humano y físico).
1.3 Hay que fomentar y promover la regionalización. La integración económica regional, si se realiza debidamente, crea unas estrategias de desarrollo favorables y permite una integración más justa, equilibrada y eficiente al mercado mundial al tiempo que evita algunos de los efectos negativos que marcaron las estrategias de desarrollo nacional típicas de los años sesenta y setenta (sustitución de las importaciones) como la ausencia de competencia, la sobreprotección, los mercados limitados y el estancamiento tecnológico. El papel que ha desempeñado la integración económica de Europa en la década de los sesenta y los setenta al permitir la innovación tecnológica y el desarrollo de las economías de escala, haciendo así la economía europea mucho más competitiva, puede ser un ejemplo a seguir en este sentido.
1.4 Es necesaria una reducción de los niveles eficaces de protección y subsidio de ciertos mercados clave por parte de los países industrializados, especialmente en lo que se refiere al sector agrícola. El "libre comercio", que sitúa a los agricultores europeos o norteamericanos que gozan de subsidios en "competencia" con los pequeños agricultores del Tercer Mundo es sumamente injusto: en 1995, la media per cápita de las subsidios estatales otorgados a cada agricultor en los EEUU fue de 29.000 dólares, lo que equivale a cien veces el ingreso anual que tiene un agricultor del maíz de Filipinas.
Debe llevarse a cabo un debate exhaustivo sobre el futuro del comercio internacional de productos agrícolas entre la Unión Europea, los países del Este de Europa y los países integrantes del Grupo CAIRNS. La cuestión es cómo hacer que la agricultura sea más sostenible y cómo reducir los costes sociales del comercio internacional de productos agrícolas, especialmente en el Tercer Mundo, a la vez que mantener los efectos sociales de estos procesos en los países industrializados de forma razonable.
2. REGULAR LOS FLUJOS DE PRODUCTOS Y FINANZAS
El comercio de productos, servicios y finanzas tiene que estar inmerso dentro de un marco institucional. La desregulación de la última década permitió un fuerte crecimiento de las transacciones comerciales y financieras en todo el mundo. Los efectos han sido en parte positivos, pero también han tenido un cariz negativo. La volatilidad y la inestabilidad de los mercados financieros han crecido considerablemente. La deslocalización de la producción y el crecimiento del comercio de productos y servicios ha afectado de forma negativa a los salarios reales en los países industrializados y, en especial, a la mano de obra menos calificada. ¿Qué se puede hacer para mitigar al menos en parte estos efectos?
2.1 Introducir unos requisitos sociales mínimos en el sistema del comercio mundial: el creciente flujo de intercambios comerciales requiere unos niveles mínimos en relación con las condiciones laborales básicas y los derechos de los trabajadores. Estos niveles mínimos están consagrados en las llamadas Convenciones Laborales Principales de la OIT (las convenciones laborales principales se refieren a las convenciones en materia de libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva (Nº 87 y 98), prohibición de trabajos forzados (Nº 105), prohibición del trabajo infantil (Nº 138) y prohibición de la discriminación en la contratación y el empleo (Nº 100 y 111). Para velar por el respeto a dichas convenciones debe existir un sistema de normas sociales. Este sistema puede establecerse mediante:
acción voluntaria
incentivos positivos
sanciones.
Se discutirá como los incentivos positivos podrían ser financiados y qué consecuencias las sanciones podrían tener para los países pobres.
2.2 Reforzar la regulación del mundo financiero: para reducir la fuerte volatilidad y la inestabilidad de los mercados financieros es necesario adoptar ciertas medidas fundamentales:
2.2.1 Puesto que una parte importante de los movimientos de capital a escala internacional persigue fundamentalmente fines especulativos, tal vez merezca la pena evaluar medidas que tiendan a aumentar la estabilidad de los mercados financieros, como el Impuesto Tobin. Un sistema de este tipo podría crear además nuevos ingresos fiscales, capaces de sustituir el sistema tributario tradicional de capital y patrimonio debilitado por la globalización.
2.2.2 Control eficaz de los paraísos fiscales y de los centros financieros off-shore. Estos centros financieros son fundamentales para los sistemas internacionales de evasión de impuestos, blanqueo de dinero y operaciones financieras especulativas (como los inquietantes Fondos Altamente Apalancados). Puesto que la mayoría de estos centros operan fuera del territorio de la OCDE, el control de los mismos, suponiendo que exista la voluntad política, es una tarea factible.
2.2.3 Para las economías en desarrollo o en transición los controles de capital aún pueden ser elementos útiles de la política económica nacional, permitiendo un cierto nivel de control sobre los tipos de cambio y los flujos de capital e inversiones.
3. REFORMA DE LAS INSTITUCIONES
Las instituciones internacionales desempeñan cada vez un papel más importante en la estructuración de la economía mundial. Hasta la fecha, han sido actores centrales al influenciar la dirección que han seguido las economías mundiales. Este papel tiene que cambiar; el objetivo debe consistir en hacer que estas instituciones sean responsables desde el punto de vista social y medioambiental, como lugares abiertos de discusión, incluyendo a la sociedad civil y a los socios sociales, supervisadas por parlamentarios, y donde sus respectivas responsabilidades puedan ser llevadas a cabo.
3.1 El FMI y el Banco Mundial: las instituciones financieras internacionales deben someterse
a una reforma. En este sentido, los elementos centrales deberían ser:
3.1.1 Aumentar la transparencia del aparato y su toma de decisiones internas.
3.1.2 Intensificar la importancia del control político por parte de la Junta de Directores y reducir el poder de las burocracias en ambas instituciones.
3.1.3 Crear unas instituciones de control adicionales.
3.1.4 Reducir el aparato hasta un nivel que permita cumplir las bien definidas tareas centrales de las IFI. La llamada "mission creep" (la ampliación progresiva y sigilosa de su misión) del Banco Mundial y del FMI durante las últimas décadas (relacionada básicamente con las políticas de ajuste estructural) debe cambiarse puesto que ha producido muy a menudo unos efectos negativos en todos los sentidos: desde el punto de vista social, económico y político.
3.1.5 Reducir el papel de las IFI en las tareas para las que fueron creadas originalmente: Desarrollo financiero (Banco Mundial) y estabilización del sistema internacional de intercambio de divisas (FMI).
3.1.6 La intervención del FMI en caso de crisis debería guiarse por el principio de "estimular" en lugar de "subestimar" los intereses privados.
3.2 Reforma de la OMC: los detalles de la reforma serán descritos por un grupo de trabajo especial; sin embargo, una creciente participación, tomando en cuenta necesidades de desarrollo global, el respeto por las normas sociales y ecológicas (cláusula social) y una afirmación del principio de precaución sobre la liberalización adicional parecen ser elementos centrales en cualquier tipo de reforma programada para la OMC.
3.3 Hay que reforzar la OIT: un elemento estratégico en este sentido podría ser la relación entre el sistema económico mundial y el sistema de convenciones y acuerdos tripartitos de la OIT (cláusulas sociales relacionadas con las principales convenciones de la OIT).
4. ALGUNOS PRINCIPIOS BASICOS DE UN SISTEMA ECONOMICO MUNDIAL
La futura reforma del sistema económico internacional debería guiarse por los siguientes principios básicos, cuyo respeto parece ser crucial para la consecución de una economía mundial más justa y equitativa:
4.1. El principio de la sostenibilidad, que sitúa el respeto hacia las estructuras viables desde el punto de vista económico, medioambiental y social en el centro del sistema económico mundial.
4.2. El principio de la primacía de las decisiones políticas y del control democrático: Los mercados necesitan un sistema de control y un marco institucional y disposiciones para funcionar adecuadamente.
4.3. El principio de bienes públicos y servicios públicos: el mercado no puede por si mismo satisfacer todas las necesidades humanas y sociales.
4.4. El principio de distribución de tareas políticas y responsabilidades democráticas: éstas deben ser llevadas a cabo a escala local, nacional, regional y global por parte de las diferentes instituciones democráticas.
4.5. El principio de competencia: concentración del poder económico a través de las TNC es una fuente de poder monopólico y explotación de los consumidores y de la sociedad. Deben estudiarse y establecerse unas sanas políticas de competencia a escala global.
5. LA POSICION DE LAS CORPORACIONES TRANSNACIONALES
Las corporaciones transnacionales son las "vencedoras" destacadas de la era de la globalización. Entre las 100 primeras economías del mundo, sólo 49 son Estados. 51 son empresas, las corporaciones transnacionales (TNC) líderes. Las 200 TNC líderes en la actualidad producen el 27,5% del PIB mundial, una proporción en constante aumento. Al mismo tiempo, las TNC se encuentran en el centro de algunos de los problemas más acuciantes que afectan a la economía mundial.
Las corporaciones transnacionales, actores principales en la economía global, deben de una u otra manera ser obligadas a asumir sus responsabilidades sociales y medioambientales. Además del derecho nacional e internacional, leyes "leves" tales como las directrices de la OCDE para empresas multinacionales (adoptadas en 1976 y revisadas en junio de 2000) y la declaración tripartita de la OIT sobre corporaciones transnacionales y política social (1977), pueden también ser efectivas si los gobiernos, los consumidores y los inversores demandan que sean observadas por las TNC.
Desarrollo: Las TNC están ganando cada vez un mayor control sobre las economías en desarrollo y emergentes. Alrededor del 90% de la inversión extranjera directa que se efectúan en los países del Tercer Mundo en la actualidad son fusiones o adquisiciones; las están adquiriendo empresas nacionales en los países en desarrollo. Este proceso tiende a concentrar el poder de toma de decisiones y la competencia tecnológica y sobre beneficios en el mundo desarrollado. Uno puede preguntarse asimismo si las empresas coreanas habrían sido capaces de entrar en el mercado internacional de chips en la década de los ochenta, de haberse tratado de departamentos locales de TNC americanas o europeas. Al mismo tiempo, la elevada productividad de las TNC está desplazando a las pequeñas y medianas empresas, a los productores del sector no regulado y a la pequeña artesanía, acabando así con puestos de trabajo e iniciativas comerciales a escala local. Mientras las exportaciones mundiales estaban a punto de duplicarse entre 1982 y 1999, el valor de las ventas de las filiales de las TNC en todo el mundo se multiplicaba prácticamente por seis.
Desempleo: Las TNC son estructuras económicas sumamente productivas. La discrepancia entre su relevancia en el PIB mundial y el empleo en el mundo causa impacto: fuentes de la OIT indican que las TNC, si bien producen más de una cuarta parte del PIB mundial y controlan más de un tercio del capital fijo de todo el mundo, emplean (incluidos sus subcontratistas y los efectos de los trabajos indirectos) únicamente al 5% de la mano de obra mundial (Stalker 2000: 68). Las 300 TNC líderes en la actualidad dan empleo a menos gente de la que empleaban a comienzos de los años ochenta, mientras que los beneficios y la producción han experimentado un crecimiento vertiginoso en ese período.
Sistema tributario: Las TNC se encuentran en el núcleo de la "brecha fiscal" de las sociedades modernas. Debido a las políticas de desregulación de las dos últimas décadas, algunos factores móviles como el capital experimentan cada vez mayores cambios para eludir o evadir el pago de impuestos, haciendo de este modo que la carga de las finanzas estatales recaiga casi exclusivamente sobre los factores inmóviles: el consumo y el trabajo.
LA INTERNACIONAL SOCIALISTA Y LA GLOBALIZACION
La Internacional Socialista redobla su compromiso con miras a que la globalización redunde en beneficio de todos los habitantes del planeta. El objetivo es vincular la revolución tecnolócia y el crecimiento material derivado de ella, con el avance social de un proceso totalmente democrático y sostenible, en otras palabras, se trata de conducir el cambio global para que traiga consigo el progreso global.
La clave de nuestros esfuerzos y el elemento que orienta la respuesta de nuestra Internacional a los desafíos de la globalización, es la Solidaridad: la Solidaridad desde un punto de vista material, pero también desde la perspectiva de la cultura, la educación la igualdad de géneros y la promoción del respeto a los derechos humanos fundamentales en todas partes. En esencia, el progreso global depende de la solidaridad global.