Original: inglés
La celebración del Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista en Beirut refleja nuestro interés en lograr la estabilidad no sólo en la Cuenca del Mediterráneo sino que en el conjunto del Oriente Medio, para lo cual la solución de los conflictos existentes en la región se hace esencial.
En momentos en que celebramos el tercer aniversario de la retirada de Siria del Líbano, expresamos nuestra honda preocupación acerca de la actual crisis institucional en el Líbano y hacemos un llamamiento a la rápida elección de un nuevo Presidente y a la restauración de las funciones del Parlamento nacional. Esto puede lograrse solamente a través del pleno respeto del proceso constitucional y de las normas democráticas. El diálogo debe reflejar también la voluntad política genuina de todas las partes involucradas, con implementación de las resoluciones del diálogo nacional adoptadas unánimemente, especialmente aquéllas que conciernes a las relaciones entre el Líbano y Siria. Necesitamos un Líbano estable, unido, soberano e independiente, y su estabilidad no puede estar basada en la violencia o en influencias extranjeras, en la intimidación o en la desestabilización. Consideramos además que una política de no-alineamiento puede proteger al Líbano de ser desgarrado por conflictos regionales e internacionales.
Pedimos la pronta implementación de las recomendaciones de la Liga Arabe y el respeto a los acuerdos de Taef y a todas las resoluciones relevantes de Naciones Unidas, como también la rápida creación por parte de la ONU de un tribunal para el Líbano, para esclarecer finalmente los casos pendientes de asesinatos políticos en el país.
Renovamos nuestro apoyo a los cruciales esfuerzos desplegados por los países que contribuyen a la UNIFIL (Fuerza Interina de la ONU en el Líbano).
La resolución del conflicto israelo-palestino es crucial para asegurar la paz y la estabilidad en toda la región. Los acuerdos de Annapolis deben ser respetados e implementados sin demora. Las negociaciones deben conducir a una paz duradera basada en una solución de dos Estados. La crítica situación humanitaria en Gaza debe ser abordada con urgencia; las legítimas instituciones políticas de la Autoridad Palestina deben ser restauradas; los ataques y bombardeos israelíes en Gaza, que han dejado como resultado a cientos de muertos, deben cesar inmediatamente y los ataques con misiles desde Gaza sobre Israel deben terminar.
La Alianza de Civilizaciones de la ONU es una iniciativa útil y una manera de manejar las relaciones entre nuestras sociedades, especialmente dentro del contexto del Mediterráneo.
Reiteramos nuestra firme condena del terrorismo y recordamos que la lucha contra el mismo debe estar basada en el estricto respeto de los derechos humanos y en el imperio de la ley.
Expresamos nuestra voluntad de contribuir a mejorar la seguridad mediante la promoción e incremento de la cooperación judicial y policial entre naciones, como también mediante el fomento de los intercambios de la sociedad civil y la creación de un espacio compartido de educación, investigación e innovación.
La cooperación entre el Norte y el Sur del Mar Mediterráneo debe ser procurada a fin de reforzar el desarrollo económico de la región, hecho que contribuirá a la reducción de la pobreza y del desempleo, y ofrecerá a los jóvenes oportunidades para un futuro mejor en sus países. La actual crisis global de alimentos debe ser enfrentada como una de las principales áreas de preocupación para la familia socialista en todo el mundo.
Igualmente, los derechos de los refugiados políticos y de las personas desplazadas deben ser respetados plenamente y deben realizarse mayores esfuerzos para solucionar la precaria situación en que ellos se encuentran.
Esperamos que la Unión para el Mediterráneo sea un refuerzo del Proceso de Barcelona, con participación de todos los Estados miembros de la UE y de los Estados costeros mediterráneos no miembros de la UE. La nueva Política Europea de Vecindario no debiera olvidar la importancia de un enfoque multilateral para las relaciones entre las orillas Norte y Sur del Mar Mediterráneo. La democracia y la paz deberán situarse al centro de este proceso.
La región mediterránea es particularmente vulnerable al cambio climático. Este fenómeno global necesita de estrategias globales. Saludamos las iniciativas tales como el Programa de Inversión en las Zonas Sensibles del Mediterráneo y la iniciativa Horizonte 2020, que forman parte ambas de la cooperación entre la UE y los países del Sur y del Este del Mediterráneo, y solicitamos un aumento de este tipo de programas de colaboración.
Hacemos un llamamiento a nuestros partidos hermanos y a los gobiernos de los países del Mediterráneo a promover los instrumentos necesarios para luchar contra la inmigración ilegal y las mafias relacionadas con ella, y a establecer políticas de integración social para la población inmigrante como agentes reales de diálogo y de conocimiento mutuo. Los flujos de la inmigración deberían relacionarse a la realidad de los mercados laborales, con acuerdos entre los países de origen y de destino como herramienta clave para este propósito.
Saludamos la reanudación de las conversaciones en Chipre entre los líderes Griegos y Turco-Chipriotas, en el marco de las Naciones Unidas, y sus decisiones de preparar las futuras negociaciones para una isla reunificada y nos comprometemos a contribuir a ese proceso.
El Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista renueva su llamamiento a la estabilidad, a la paz y a la democracia en el Líbano y en toda la región. Es solamente a través de la cooperación y el diálogo políticos que se podrán lograr soluciones para dar respuesta a las reales necesidades de los ciudadanos.