Consciente de los peligros que enfrenta Líbano en particular, y el Oriente Medio en general, debido a la escalada de todo tipo de fundamentalismos y otras formas de extremismo, la continua ocupación de territorios, violaciones a los derechos humanos y negación de democracia, actos de violencia contra grupos e individuos, la ausencia del Estado de Derecho y el rechazo de resoluciones internacionales, incluyendo aquellas relacionadas con la creación de tribunales especiales para juzgar a los autores de crímenes cometidos, la Internacional Socialista aceptó la invitación del Partido Socialista Progresista de Líbano a celebrar una reunión extraordinaria en Beirut el 16 de diciembre de 2006.
En esta reunión, la Internacional Socialista renovó su apoyo, ya expresado en 2005, al Movimiento 14 de Marzo que impulsó en forma pacífica la Revolución de los Cedros que llevó a la retirada de las fuerzas sirias, a la organización de elecciones libres en presencia de observadores internacionales y posteriormente a la formación del gobierno del nuevo Líbano independiente, encabezado por Fouad Siniora.
Desde entonces, con la intención de desestabilizar a un Líbano aún débil, se ha continuado con asesinatos de ministros de gobierno, miembros del parlamento, periodistas y funcionarios políticos —el último de los cuales tuvo lugar el 21 de noviembre, teniendo como objetivo al Ministro de Industria, Pierre Gemayel-, con presiones externas e internas de parte de Siria e Irán, y con hostilidades iniciadas por Hezbollah en el Sur que provocaron una desproporcionada respuesta de Israel en contra de toda la población libanesa, pueblos e infraestructura.
Desde hace dos semanas, y a punto de ser firmadas y ratificadas las convenciones que establecerán un tribunal especial para Líbano, estas presiones de dentro y fuera del país buscan derrocar al gobierno libanés, fuera del marco institucional y a través de manifestaciones callejeras, a pesar del hecho de que el gobierno cuenta con la mayoría popular y parlamentaria.
En vista de estos desarrollos, la Internacional Socialista expresa su preocupación y su deseo de ver el fin inmediato de la injerencia extranjera, como también todos los atentados a la soberanía, independencia y democracia libanesas.
La Internacional Socialista, por lo tanto, reitera:
1. Su apoyo al gobierno de Líbano legítimamente elegido, encabezado por Fouad Siniora, y hace un llamamiento al diálogo entre todas las partes para aumentar y consolidar el consenso nacional bajo los auspicios de la Liga Arabe.
2. Su apoyo a las diferentes resoluciones de la ONU sobre Líbano, incluyendo las resoluciones 1559, 1595, 1636, 1644, 1680 y 1701.
3. Su condena de los intentos de desestabilizar el Estado de Líbano a través de la infiltración de hombres y material destinados a ocasionar incidentes o llevar a cabo actos terroristas.
4. Su solidaridad con el Movimiento 14 de Marzo en sus esfuerzos por preservar la soberanía e independencia de Líbano, dentro del marco de sus instituciones constitucionales previstas en los Acuerdos de Taef.
5. Su determinación de apoyar la creación de un Tribunal Internacional para juzgar a los autores de crímenes cometidos contra el ex-Primer Ministro Rafiq Hariri y sus compañeros, como también otros atentados cometidos antes y después de estos asesinatos.
6. Su determinación de ver en Líbano la recuperación de los territorios aún ocupados por Israel y el intercambio de prisioneros estipulado por la Resolución del Consejo de Seguridad 1701. Además, hace un llamamiento a la liberación de los prisioneros libaneses recluidos en cárceles de Siria.
7. Su preocupación por ver a Líbano recuperar su plena soberanía en todo su territorio y lograr, a través de un diálogo nacional, el apoyo de su ejército y de las fuerzas de la ONU, los medios para poner fin a la ilícita presencia militar en suelo libanés.
8. Su pleno apoyo a los esfuerzos por lograr la recuperación económica, la reforma social y la reconstrucción en Líbano, especialmente a través de la Conferencia París III. La Internacional hace un llamamiento a todos los Estados árabes, a Europa y al resto del mundo a contribuir a estos esfuerzos.
9. Que siempre se ha pronunciado y luchado por una solución justa y duradera del conflicto árabe-israelí, la restitución de los territorios ocupados y los derechos, y la creación de un Estado palestino bajo condiciones que garanticen la paz, la independencia y la seguridad para todos. Esto contribuirá también a consolidar y asegurar la fórmula libanesa, específicamente en lo que se refiere a la coexistencia, la diversidad cultural y la democracia. Finalmente, la Internacional Socialista cree que la celebración de una nueva Conferencia Internacional de Paz que aborde temas que afectan a la región entera merece el apoyo de toda la comunidad internacional.