Declaración de Málaga, Una llamada a la esperanza contra la resignación: Por una mayor solidaridad con los refugiados y a favor de la Paz Mediterránea

Reunión del Comité Mediterráneo de la IS Málaga, España, 16-17 de diciembre de 2016

Los partidos socialistas democráticos del Mediterráneo nos hemos reunido en la ciudad de Málaga los días 16 y 17 de diciembre de 2016, en el Comité del Mediterráneo de la Internacional Socialista, con el objetivo de debatir y buscar soluciones a los actuales desafíos en el espacio Mediterráneo, con el objetivo de asegurar la democracia, las libertades, los derechos y la paz en la región.

 

Esta reunión se lleva a cabo en un momento crítico para los países de ambas orillas, acechados por varias crisis que ponen en jaque la estabilidad y el futuro de la región. Este Comité no sólo se muestra muy preocupado por la evolución de los diferentes conflictos que afectan a nuestra área, sino también por el ensimismamiento en el que se ha sumido la Unión Europa los últimos meses.

Para este Comité se ha hecho evidente que sólo podemos abordar los problemas en el Mediterráneo contemplándolo como una sola unidad. Somos completamente interdependientes, y creemos firmemente que no podremos alcanzar la paz, la prosperidad, la democratización y la igualdad en nuestra región, si no encaramos los problemas de forma conjunta y con una visión compartida.

La guerra en Siria nos avergüenza a todos. Recordamos con consternación que después de 6 años se estima que han fallecido unas 400 mil personas, que 6,6 millones de sirios son desplazados internos y casi cinco millones han buscado un refugio seguro en países vecinos como Líbano, Jordania, Irak, Turquía y Egipto. Por el contrario, la mayoría de países de Europa ni siquiera ha acogido a los refugiados que alcanzaron sus costas después de peligrosos trayectos buscando una vida mejor y más segura, incumpliendo sus propios compromisos, y sus obligaciones morales y legales. Por esta razón, apreciamos los esfuerzos de los pocos países europeos, como Italia y Grecia, que les han abierto sus puertas.

Por otra parte, cinco años después de las llamadas Primaveras Árabes, es evidente que estos procesos democratizadores que iluminaron de esperanza la región no se han desarrollado de la manera que hubiéramos deseado. Lejos de eso, hemos observado con preocupación retrocesos considerables en materia de derechos humanos, libertades civiles y Estado de Derecho en varios países de la zona, no solo en la ribera sur del Mediterráneo como en el caso de Egipto, sino también incluso en un país como Turquía.

Además, estamos horrorizados por todos los atentados terroristas que han ocurrido en los últimos años por todo el Mediterráneo, de Estambul a Paris, de Bruselas y el Cairo a Túnez. Expresamos nuestra repulsa y condena a los recientes atentados del PKK que han golpeado Turquía en las últimas semanas, donde decenas de personas inocentes han perdido sus vidas. Nuestros gobiernos deberían enfrentarse a estas amenazas desde una perspectiva global, no sólo luchando contra los terroristas en el terreno pero también abordando las causas de la radicalización.

Somos conscientes de cómo viejos problemas en la región siguen enquistados como es el caso del conflicto palestino-israelí o el tema del Sáhara Occidental, aunque aguardamos con esperanza que las negociaciones sobre Chipre terminen pronto con éxito. Expresamos nuestra solidaridad a los partidos miembros de la Internacional Socialista que están en el gobierno en los países del sudeste de Europa y damos la bienvenida al nuevo Gobierno en Montenegro.

En este contexto, los partidos miembros del Comité del Mediterráneo de la Internacional Socialista proponemos las siguientes conclusiones y medidas para avanzar en la pacificación de los conflictos de la región, y alcanzar una Pax Mediterránea justa basada en los principios de igualdad, justicia y democracia:

  1. Pedimos a la comunidad internacional que pare la guerra en Siria y traiga paz y estabilidad al país, permitiendo a los refugiados volver a sus casas y comenzar la reconstrucción de su tierra.
     
  2. Llamamos a una mayor solidaridad de los países de la Unión Europea para que acojan por lo menos a aquellos refugiados a los que se comprometieron en el reparto de cuotas. No sólo se trata de un compromiso asumido, es también una obligación moral, acorde con los valores fundacionales de la Unión Europea, al tiempo que un imperativo legal, en línea con las Convenciones de derechos humanos.
     
  3. Condenamos todos los ataques terroristas y mostramos nuestro más profundo apoyo a todos las víctimas. Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos de la región para una mayor cooperación, unir fuerzas y compartir sus recursos e inteligencia para luchar contra la lacra del terrorismo.
     
  4. Nos mostramos extremadamente preocupados por el auge de partidos populistas y de extrema derecha que inflaman nuestras sociedades con discursos de odio y xenófobos. Las fuerzas socialdemócratas del mundo deberían unirse para detener el auge de estos nuevos actores, combatiendo sus respuestas simples a problemas complejos, al igual que su intolerancia, con un discurso renovado capaz de presentar una alternativa a las políticas de austeridad que promueven la desigualdad y el descontento en nuestras sociedades.
     
  5. Condenamos el intento de golpe de Estado en Turquía del pasado 15 de julio, pero también lamentamos profundamente la deriva autoritaria y antidemocrática del Gobierno turco desde entonces. Expresamos nuestro firme apoyo y solidaridad a todo el pueblo turco, a su sociedad civil, a sus periodistas y defensores de derechos humanos, y en especial a nuestros compañeros del CHP y el HDP, que están siendo reprimidos por defender sus ideas y valores democráticos.
     
  6. Damos la bienvenida a la Iniciativa francesa para recuperar el proceso de paz en Oriente Medio e instamos a que se vuelva a la mesa de negociaciones, respetando la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas, para poder alcanzar una paz justa y duradera, basada en la solución de dos Estados, con el reconocimiento del Estado de Palestina basado en las fronteras de 1967, y con un Estado de Israel que pueda vivir en paz y seguridad.
     
  7. Solicitamos a Marruecos y al Frente Polisario que reanuden el proceso de diálogo para la cuestión del Sáhara Occidental con espíritu constructivo bajo los auspicios de las Naciones Unidas y la Unión Africana, y pedimos al Secretario General de la ONU su implicación personal. Seguiremos apoyando una solución política justa y duradera y aceptada por ambas partes, que pueda traer estabilidad y desarrollo al Sáhara Occidental y a toda la región.  
     
  8. En el marco de las negociaciones actuales entre los líderes greco chipriotas y turco chipriotas, que se reunirán en Ginebra el 9 de enero de 2017, llamamos a ambas partes de la isla y a todos los partidos relacionados a continuar el trabajo para alcanzar una solución bizonal bicomunal federal para Chipre lo antes posible. No podemos dejar pasar esta importante oportunidad, deseamos éxitos a la Conferencia Internacional sobre Chipre que tendrá lugar de 12 de enero, y esperamos que la isla de Chipre se convierta pronto en un ejemplo de coexistencia pacífica, cooperación y prosperidad en el Este del Mediterráneo.
     
  9. Seguimos de cerca la consolidación del proceso democrático en Túnez, y pedimos a la comunidad internacional que ayude a este país a afrontar las crisis económica y social que amenazan el único ejemplo exitoso de la Primavera Árabe.
     
  10. Hacemos un llamamiento a los actores internacionales para que pongan todos sus esfuerzos en impulsar el diálogo político en Libia, con el objetivo de encontrar una solución política que traiga estabilidad y seguridad al país y a toda la región.
     
  11. Felicitamos a António Guterres, ex Presidente de la Internacional Socialista, por su reciente nombramiento como nuevo Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, y le deseamos éxito en su labor para avanzar en la solución de los graves problemas que afectan a nuestra región.
     
  12. Queremos insistir en la necesidad de apoyar de manera efectiva a todos los sectores de la población que en el Magreb y oriente medio luchan cada día para que haya más democracia, más libertades, más desarrollo económico y más igualdad entre hombres y mujeres. Queremos mantener viva la esperanza y la ilusión de estos colectivos que demasiadas veces son arrinconados por los extremos.
     

Confrontar todos estos retos es nuestra misión principal como socialistas y como miembros de este Comité. No podemos resignarnos. Tenemos que seguir luchando día a día, codo con codo, para que esta frágil, pero a la vez única área que es el Mediterráneo sea más justo, seguro y próspero.

 

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