Original: inglés
El Comité de la Internacional Socialista sobre Migraciones se reunió en Manila, Filipinas los días 21 y 22 de septiembre de 2007, consciente del papel crucial asumido por Filipinas respecto a la migración en el Sudeste Asiático y a nivel global, al ser uno de los países con un gran número de trabajadores emigrantes, con 8 a 9 millones de sus ciudadanos trabajando hoy en la mayoría de los países de alrededor del mundo. La Internacional, al reunirse en Manila, desea beneficiarse de las experiencias del pueblo filipino y apoyarlo en sus esfuerzos por fortalecer y proteger los derechos de los emigrantes y sus familias.
Migración y Desarrollo
El movimiento de personas a través de las fronteras es un factor importante de la vida política, social y económica en el mundo de hoy. Los emigrantes han contribuido y lo seguirán haciendo de manera significativa a los intercambios culturales, al desarrollo económico y al progreso social en el mundo.
La relación entre migración y desarrollo es estrecha y compleja. Se debe reconocer que la migración internacional, si se maneja adecuadamente, puede contribuir al desarrollo tanto de los países de origen como de destino.
La migración internacional tiene el potencial de contribuir al desarrollo sostenible a través de remesas de dinero, inversiones, transferencia de trabajadores calificados, circulación de cerebros (reduciendo los efectos negativos de la fuga de cerebros) y redes de conexiones de la diáspora.
Para asegurar que la migración resulte útil para el desarrollo es necesario que en ambos países, de origen y de destino, la gente ocupe el primer lugar. Esto implica el reconocimiento y fortalecimiento de los derechos de los emigrantes, incluyéndolos dentro de la agenda del desarrollo.
El Comité recomendó que las actividades en el campo de la migración y el desarrollo deberían incluir:
1. Reforzar la capacidad de los gobiernos y de otras entidades afines para involucrar efectivamente a la población emigrante en los procesos de desarrollo de sus países de origen;
2. Involucrar a la comunidad expatriada en iniciativas relacionadas con el desarrollo en sus propios países;
3. Promover desarrollo económico y comunitario en áreas donde exista un alto nivel de emigración;
4. Examinar el origen de las causas que provocan la migración por motivos económicos, aumentando la capacidad de los gobiernos y de otros actores claves para responder a las necesidades de empleo productivo de sus ciudadanos y proveer servicios básicos adecuados y de calidad en materia de educación y salud;
5. Incrementar el impacto que producen en el desarrollo las remesas de dinero y facilitar el flujo de las mismas. Las remesas de dinero al ser en su mayoría transferencias privadas, ofrecen también mayores y más amplias posibilidades de desarrollo para que las familias y las comunidades generen ganancias y empleo;
6. Facilitar el retorno y la reintegración de los ciudadanos que puedan contribuir al desarrollo nacional o a los procesos de rehabilitación y reconstrucción en países en desarrollo, en países con economías en transición o recuperándose de situaciones de conflicto.
Reconocer el potencial de la migración para contribuir al desarrollo, lo que no debería implicar que los emigrantes sean considerados como responsables del desarrollo en sus países de origen. A manera de ejemplo se señaló que la migración laboral desde Filipinas no tenía un impacto considerable sobre el Indice de Desarrollo Humano.
La protección de los emigrantes en el país de destino fue planteada como un tema de preocupación. Se puso énfasis en que existe una especial necesidad de promover los derechos humanos de los emigrantes, como también sus derechos laborales y sociales. A este respecto, se expresó preocupación por el trato que reciben los emigrantes y también por la creciente presencia de traficantes y contrabandistas. Se subrayó asimismo la necesidad de recordar a los gobiernos y a otras entidades afines sobre la aplicación de los instrumentos de derechos humanos y de otras convenciones internacionales relevantes a la migración.
Los "costos sociales" que se producen cuando los trabajadores emigrantes dejan sus países de origen fueron también discutidos. Dentro de este contexto, se planteó la necesidad de un mayor estudio sobre los "costos sociales", incluyendo por ejemplo, el efecto sobre las familias de los trabajadores emigrantes que permanecen en sus países y también las dificultades que enfrentan los emigrantes cuando retornan para reintegrarse a sus comunidades de origen. A este respecto, se mencionó que podrían utilizarse programas de desarrollo comunitario para facilitar la reintegración de los emigrantes retornados.
Además, los mismos emigrantes necesitan estar mejor informados sobre las maneras de emigrar legalmente y contribuir al desarrollo de sus familias o comunidades. Es necesaria una mayor acción para que los posibles emigrantes tomen conciencia de estas oportunidades.
Al finalizar la discusión sobre este tópico, se reafirmó que para que la migración sea útil al desarrollo, todos los involucrados deberían contribuir a los esfuerzos por aumentar los beneficios de la migración, incluyendo a los gobiernos, a las organizaciones internacionales tales como la OIM, a las organizaciones no gubernamentales, a la sociedad civil y a los mismos emigrantes.
El impacto de la migración femenina
Las mujeres forman una parte muy significativa de la población emigrante y se encuentran concentradas en tipos vulnerables de trabajo. En el Sudeste Asiático por ejemplo, las mujeres se concentran en el servicio doméstico y en la industria de la entretención. Esta última, en la mayoría de los casos, fuerza o lleva a las mujeres hacia la prostitución.
Las trabajadoras emigrantes enfrentan desafíos similares a aquellos de sus homólogos masculinos, pero sufren de problemas adicionales por el hecho de ser mujeres — las que son percibidas como débiles y fáciles de manipular. Algunos de estos actos incluyen violencia contra la mujer y otras formas de abuso y discriminación, tráfico para la prostitución o trabajos forzados, abandono, y amenaza de contagio de VIH/SIDA. En su condición de emigrantes y mujeres, ellas enfrentan una doble discriminación para acceder al mercado laboral, donde a menudo son sometidas a salarios bajos, condiciones de trabajo degradantes, falta de seguridad física, inseguridad financiera y perspectivas limitadas. El Comité tomó nota de que la migración era más peligrosa para las mujeres en muchas áreas, ya que ellas están más expuestas al abuso verbal, físico y sexual, tanto durante el proceso de migración como en el país de destino. Aún más, diferentes tipos de aspiraciones culturales en los países de origen y la marginación y estereotipo en los países de destino añaden presiones psicosociales a las mujeres emigrantes.
Para tratar adecuadamente la dimensión de género inherente a la migración, el Comité propuso las siguientes iniciativas:
1. Reforzar la campaña internacional para el reconocimiento y valoración del trabajo doméstico como trabajo legítimo;
2. El uso del Análisis de Género como herramienta para impulsar iniciativas de desarrollo que reflejen los intereses de las mujeres. El Análisis de Género es una herramienta cuya utilidad ha sido comprobada para el diseño de programas más relevantes y receptivos a las preocupaciones de las mujeres;
3. Implementación de cursos de capacitación para la comunidad expatriada sensibles a la diferencia de género, para aumentar su aptitud de ayudar a las mujeres emigrantes a enfrentar sus problemas;
4. Incrementar la participación de las mujeres emigrantes y sus organizaciones en las iniciativas de desarrollo destinadas a abordar sus problemas; y
5. Asignar presupuestos para programas específicamente de mujeres tanto en países de origen como de destino.
Migración irregular de trabajo en una economía globalizada
La migración irregular es el resultado del masivo número de individuos que buscan mejores oportunidades para ellos y sus familias no existentes de manera significativa en sus propios países, ya sea debido a una severa falta de oportunidades económicas, a conflictos armados, a disputas políticas o a violaciones de los derechos humanos. Las políticas de respuestas a la migración irregular necesitan por lo tanto tomar en cuenta el origen de estas causas.
La migración irregular da origen de manera injusta a una imagen negativa de los mismos emigrantes quienes, en primer lugar, son en su mayoría víctimas de agencias de contrataciones inescrupulosas que contienen carteles de tráfico y contrabando. Este fenómeno exacerba la xenofobia, lo que sumado a la demanda de mano de obra barata y flexible en los países de destino, coloca a los emigrantes dentro de una compleja red de problemas donde sus derechos humanos son ignorados y violados.
Con respecto a los esquemas de migración se señaló que ellos deberían ser sistemáticamente desarrollados y mejorados para cumplir con la demanda laboral en los países de destino y responder a las posibilidades laborales y el desempleo en los países de origen, protegiendo y respetando al mismo tiempo los derechos humanos de los trabajadores emigrantes. Lo uno no debería realizarse a costa de lo otro.
La necesidad de legislación y políticas transparentes relacionadas con la migración en los países de origen, tránsito y destino, fue puesta de relieve. Unos procedimientos eficientes de migración incluyendo claras categorías de trabajadores emigrantes, criterios de selección, como también la duración de las estadías, fueron también considerados como esenciales. Campañas de información, junto con materiales de educación sobre los derechos humanos de los emigrantes, mientras se encuentran aún en sus países de origen, son importantes para ayudar a los eventuales trabajadores emigrantes a tomar decisiones inteligentes antes de partir.
Los acuerdos entre países, ya sean éstos bilaterales o multilaterales, son deseables para proteger igualmente los intereses de los emigrantes y de sus países de destino.
Por último, se subrayó que para abordar la migración irregular, los gobiernos de los países de origen necesitan actuar responsablemente sobre el origen de las causas de ella, ya sean de naturaleza política o económica. Después de todo, el desarrollo y bienestar de los ciudadanos son la responsabilidad primordial de los gobiernos.
A través de las discusiones de todas estas materias, el tema de los derechos humanos fue recurrente. Todos los emigrantes que dejan sus países están protegidos por convenciones internacionales de derechos humanos. Se subrayó que el Estado debe proteger los derechos de los emigrantes reforzando el marco de derechos humanos que afecta a los emigrantes internacionalmente y asegurando que estas disposiciones sean implementadas y aplicadas de manera no discriminatoria. Se recalcó asimismo que todos los Estados deberían suscribir los acuerdos internacionales para la protección de los derechos humanos de los emigrantes y sus familias, incluyendo la Convención sobre los Trabajadores Migratorios. Los acuerdos para la erradicación del tráfico deberían asimismo ser ratificados y aplicados, también desde una perspectiva de derechos humanos y los Estados no deberían ignorar los derechos humanos de los emigrantes al regular la migración.
Examen de otros temas de migración en la agenda internacional
El ciclo de vida de la migración es un proceso que trae consigo complejas relaciones entre el emigrante y las diferentes entidades afines públicas y privadas en el país de origen, de tránsito y de destino. Esto requiere de cooperación entre todos los interesados en la migración, incluyendo a gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, el sector privado, la sociedad civil y los mismos emigrantes. Será solamente a través de un tal esfuerzo que la comunidad internacional será capaz de abordar de manera completa y efectiva los desafíos que trae consigo la migración y potenciar al máximo las oportunidades que ella ofrece para el desarrollo de los pueblos de muchos países.
Actividades Futuras
El Segundo Foro Global sobre la Migración y el Desarrollo tendrá lugar en Filipinas el 2008. En su calidad de foro informal, voluntario y dirigido por el Estado, el Foro Global sobre Migración y Desarrollo ofrece una plataforma para la discusión del complejo nexo entre migración y desarrollo, involucrando a países que envían emigrantes y países que los reciben, a la sociedad civil y a los mismos emigrantes. El Comité acordó contribuir a las discusiones de este Foro.
Los miembros del Comité condenaron además la construcción del muro físico, como también la implementación de un muro tecnológico, entre México y los Estados Unidos. Se recalcó que lo que necesitan las comunidades de hoy, en este mundo globalizado, son puentes de amistad y colaboración.
Se tomó nota que en los Estados Unidos, como resultado del fracaso de una reforma migratoria integral, en 41 Estados y muchas grandes ciudades, cientos de leyes y regulaciones han sido aprobadas haciendo las condiciones de vida de los emigrantes cada vez más difíciles. En esta época pre-electoral de la campaña presidencial del 2008, el Comité expresó su aprecio por los candidatos que abogan por medidas realistas que lleven a abordar el fenómeno de las migraciones en su conjunto, con pleno respeto a los derechos humanos y laborales de los emigrantes.
Se acordó convocar la próxima reunión de este Comité sobre Migraciones en los Estados Unidos a comienzos del 2008.