Original: inglés
El Comité Oriente Medio de la Internacional Socialista, SIMEC, reunido en El Cairo el día sábado 14 de marzo de 1998 con el fin de examinar la seria situación que a raíz del estancamiento en el proceso de paz afecta al Oriente Medio, lo que podría resultar en una intensificación de la violencia, y luego de considerar los últimos desarrollos en la región:
Expresa su profunda preocupación ante el estancamiento de las negociaciones en todas las vías contempladas en el proceso de paz. Israel tiene una especial responsabilidad por poner en marcha nuevamente el proceso de paz.
Confirma su determinación en que el proceso de paz en todas sus vías sea establecido de acuerdo a los principios y bases de legitimación internacional incorporados en las resoluciones 242, 338 y 425 del Consejo de Seguridad de la ONU, y a los principios establecidos en la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, cuyo principio más importante es el de Tierras por la Paz, a los Acuerdos de Oslo, y a todas aquellas otras resoluciones y acuerdos concluídos por las partes interesadas.
Reitera que una paz estable y permanente debe ser justa y total, de acuerdo a los principios aprobados por la comunidad internacional. El más importante entre estos principios es el retiro de Israel de territorios árabes ocupados, permitiendo a los palestinos ejercitar su derecho inalienable a la autoderminación y al establecimiento de un Estado palestino independiente, como asimismo el principio de respetar el derecho de todos los pueblos de la región a vivir en paz y seguridad, canalizando sus esfuerzos hacia la reconstrucción y el desarrollo nacionales.
Hace un llamamiento a las partes a cumplir sus compromisos, especialmente, y en conformidad con los Acuerdos de Oslo, en lo que se refiere al redespliegue, de manera que se puedan emprender negociaciones finales tendientes a resolver los problemas relacionados con Jerusalén, los asentamientos, los refugiados y las fronteras.
Hace un llamamiento al gobierno israelí a desistir de sus prácticas unilaterales, en particular aquéllas de castigo colectivo, que obstaculizan el proceso de paz y socavan la confianza mutua. A este respecto, el Comité condena el establecimiento de políticas que tienen por fin implantar una situación de facto en los territorios ocupados.
Condena el terrorismo en los términos más enérgicos, venga éste de donde venga. No podemos aceptar el asesinato de civiles, hombres, mujeres y niños, bajo cualquier pretexto que sea. La Autoridad Palestina debe agotar sus esfuerzos para destruir el terrorismo y aislar a los terroristas. También es obligación del gobierno israelí poner fin a las actividades extremistas. No son solamente vidas humanas las que están en juego sino el proceso de paz en si mismo.
Hace un llamamiento a Israel y Siria a reanudar negociaciones sobre la vía siria, basadas en Resoluciones de la ONU y en los Términos de Referencia de la Conferencia de Madrid. Asimismo, la Resolución 425 sobre la vía libanesa debe ser puesta en práctica. Más aún, el Comité hace un llamamiento a la comunidad internacional a que aumente sus esfuerzos para lograr la consolidación del proceso de paz, salvándolo de un colapso total.
Hace un llamamiento a los patrocinadores del proceso de paz a que continúen sus esfuerzos para la reanudación de las negociaciones en todas sus vías con el fin de lograr una paz justa y total que traiga seguridad y estabilidad a la región. El Comité expresa también su solidaridad con sus partidos miembros israelíes y palestino, Partido Laborista, Mapam/Meretz y Fatah.
Se alegra de la posición adoptada por la comunidad europea y todas las otras naciones amantes de la paz lo que confirma el papel central desempeñado por los líderes egipcios en el avance del proceso de paz y la importancia de que continúen activos en ese papel.
Dando respuesta a la iniciativa de 1991 del Presidente Mubarak, el Comité subraya la importancia de convertir al Oriente Medio en una región libre de armas de destrucción masiva.
Asimismo, el Comité reitera la importancia de otorgar apoyo económico a la Autoridad Palestina y extender todo tipo de asistencia al pueblo palestino para mejorar sus condiciones de vida y permitirles lograr estabilidad y un clima favorable para la reanudación de las conversaciones de paz.