El Comité de la Internacional Socialista para Europa Central y Oriental, SICEE, reunido en Roma el 17 de Abril de 1999:
consciente de los esfuerzos e intentos realizados por la comunidad internacional con anterioridad al 24 de Marzo a fin de alcanzar una solución política negociada a la situación de Kosovo;
lamenta el fracaso de dichos intentos debido a la posición asumida por Milosevic y condena su negativa a suscribir un acuerdo;
condena vigorosamente las deportaciones y expulsiones forzadas que sufre la población civil de Kosovo a manos de las tropas de la República Federal de Yugoslavia y declara su apoyo a todas las medidas adoptadas frente a la grave situación humanitaria en la región, particularmente en Albania y en la Antigua República Yugoslava de Macedonia;
reitera que cada mujer y cada hombre deben ser respetados, independientemente de su cultura, religión y nacionalidad, y rechaza toda medida dirigida a fundar la existencia de un Estado en la pureza étnica;
reafirma que el objetivo de la acción militar emprendida por la OTAN es poner fin a la violencia y a la limpieza étnica que está sufriendo el pueblo de Kosovo, y a abrir el camino hacia una solución negociada del conflicto;
reitera la posición del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea y apoya la propuesta del Secretario General de Naciones Unidas que contempla el cese de la ofensiva militar de la OTAN, de acuerdo a las siguientes condiciones a ser cumplidas por las autoridades en Belgrado:
- poner fin de inmediato a la represión que tiene lugar en Kosovo
- poner fin a las actividades de sus fuerzas militares y paramilitares, retirándolas de Kosovo
- aceptar incondicionalmente el retorno de los refugiados y desplazados
- aceptar un marco político de negociación para Kosovo de conformidad con las conclusiones de la conferencia de Rambouillet
- aceptar una presencia militar internacional de mantenimiento de la paz con objeto de garantizar la seguridad.
reitera, como fuera afirmado por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas el 14 de Abril de 1999, que corresponde ahora a las autoridades yugoslavas aceptar las demandas internacionales en su totalidad, dándoles inmediato cumplimiento; ésto permitiría la suspensión de la acción militar por parte de la OTAN y serviría para preparar el terreno para una solución política;
saluda el hecho de que Rusia esté dispuesta a buscar una solución al conflicto y reitera la necesidad de que se continúe incluyendo a Rusia en la búsqueda de dicha solución que debe basarse en la propuesta de Kofi Annan;
subraya la necesidad de implantar un mecanismo consultivo para la gestión de la crisis que facilite la plena participación de todos los países de la región en la toma de decisiones de la comunidad internacional;
reitera que las competencias y poderes que la Constitución de Yugoslavia otorga a Montenegro deben ser respetadas en su totalidad;
manifiesta la necesidad de que todos los países de la región respeten el principio de la inviolabilidad de las actuales fronteras;
denuncia los actos de represión cometidos contra los medios de comunicación, personalidades de la sociedad civil y sectores políticos democráticos de Serbia, y exhorta a todos los partidos miembros de la Internacional Socialista a cooperar concretamente en la reactivación de las estructuras cívicas y democráticas en la República Federal de Yugoslavia, a fin de lograr el establecimiento de un régimen democrático;
SICEE insta a los partidos miembros a esforzarse por la consecución de los objetivos expuestos, a colaborar en la búsqueda de una solución diplomática y política de la crisis, y a respaldar toda iniciativa que Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, junto con las organizaciones regionales, consideren útiles para hacer efectiva una solución política para Kosovo;
pone de relieve la generosidad con que el Gobierno y el pueblo de Albania han acogido y dado protección a miles de refugiados, y exhorta a los ciudadanos de todas las naciones europeas a demostrar su solidaridad con los kosovares albaneses, apoyando la labor de las ONGs que actúan en la región, y urge a la Unión Europea a que continúe propugnando medidas orientadas a resolver la crisis humanitaria;
exhorta a la Unión Europea a emprender una vigorosa iniciativa política destinada a reforzar la democracia, el progreso económico y social, la coexistencia pacífica de diversos grupos étnicos, religiones y culturas dentro de los Estados de esa región, y a favorecer su integración en la comunidad internacional;
insta a la Unión Europea a reforzar sus vínculos con los países de los Balcanes, movilizando con este fin, sus medios económicos y financieros para la reconstrucción y desarrollo de la región;
reitera su activa solidaridad con todas las fuerzas políticas de los Balcanes comprometidas con la afirmación de los valores de la paz, la tolerancia y la democracia.