Nuestra organización fue testigo de un sorprendente deterioro en la salud del ex presidente de Kirguistán - el único presidente en Asia Central que inició reformas constitucionales a favor del parlamentarismo y la democracia - Almazbek Atambaev, quien fue visitado en prisión en abril por el Secretario General de la IS Luis Ayala. A pesar de una necesidad continua de tratamiento médicamente confirmada, el expresidente ya no está hospitalizado sino que regresa a prisión, y las solicitudes de acceso a dos cirugías que necesita con urgencia aún se niegan. El presidente del país, Sadyr Japarov, se reunió personalmente con la familia del expresidente Almazbek Atambayev y negó personalmente la posibilidad de realizar operaciones vitales para él. La IS considera esta actitud hacia el expresidente Atambaev como un intento sin precedentes de eliminar físicamente a un oponente político, lo que implica graves violaciones del derecho humano básico a la vida. Nos preocupa que en una reunión entre el Secretario General Luis Ayala y el Viceprimer Ministro de Kirguistán, este último declaró abiertamente que todas las acusaciones contra Atambaev no habia sido probado pero seguirá en prisión.
La falta de investigación por parte del fiscal y el tribunal de los hechos de infligir lesiones graves y el uso de la fuerza bruta con armas, incluidas armas blancas, contra 1.700 civiles en Koi-Tash el 7 y 8 de agosto sugiere un juicio injusto, el propósito de los cuales es encubrir los crímenes de los anteriores jefes de servicios especiales: Opumbaev y Zhunushaliev. La Internacional Socialista señala que estas acciones de las fuerzas armadas contra la población civil caen bajo los artículos de “crimen de guerra”, así como “crimen de lesa humanidad”, que es un caso investigado internacionalmente. Si se siguen ignorando las declaraciones de los ciudadanos afectados, la organización se verá obligada a colaborar en la investigación internacional.
La Internacional Socialista toma en cuenta el informe especial de los Socialdemócratas de Kirguistán y se solidariza con su llamado al gobierno de la República de Kirguistán solicitando la liberación inmediata de los detenidos en el caso Kempir-Abad, así como el cese de presiones sobre los medios de la República Kirguisa (Azattyk, Cactus Media y Kloop).