Original: francés
El Consejo de la Internacional Socialista reunido en Buenos Aires los días 25 y 26 de junio de 1999, habiendo observado con gran interés el desarrollo de la campaña electoral y las elecciones presidenciales en Argelia, así como la evolución de la situación en ese país amigo víctima de siete años de violencia,
nota con satisfacción que la campaña de las elecciones presidenciales, con la participación como candidato de Hocine Aït-Ahmed, Presidente del Frente de las Fuerzas Socialistas, FFS, ha impulsado una dinámica popular positiva en favor del diálogo, de la paz y de la reconciliación nacional, por los cuales la Internacional Socialista no ha cesado de apelar, y suscitado una movilización ciudadana con la esperanza de hacer de estas elecciones una ocasión para llevar al país nuevamente por la vía del proceso democrático;
lamenta que esta esperanza de un retorno al proceso democrático, en primer lugar mediante el respeto a la voluntad del pueblo y a su libertad de elegir a su presidente, haya sido aplastada por aquéllos que recurrieron a graves irregularidades, lo que obligó a seis candidatos, Aït-Ahmed entre ellos, a no reconocer como válidas estas elecciones y a retirarse del escrutinio, dejando un único candidato, presentado como el de las autoridades en el poder;
adopta una posición de solidaridad y respeto frente al pueblo argelino, al cual rinde homenaje por su movilización durante la campaña electoral y por su actitud de abstención masiva en el día de votación;
se inquieta ante la evolución política de los poderes públicos argelinos, marcada por un retroceso en la puesta en marcha de las reformas políticas, en particular el respeto a las libertades fundamentales, individuales y colectivas, prohibición y dispersión violenta de manifestaciones populares, prohibición de reuniones programadas por los seis ex candidatos reunidos alrededor del Manifiesto para las libertades y la democracia, clausura de medios de información y presiones a ciertos órganos de la prensa privada;
recuerda al poder político y militar que sería un error permanecer sordo a las reivindicaciones expresadas durante la campaña electoral por la mayoría de argelinas y argelinos, en favor de una paz acompañada de democracia y libertad;
recuerda a las autoridades argelinas que sólo con un diálogo transparente, que involucre a todas las fuerzas políticas que rechazan y condenan la violencia, será posible garantizar una solución política democrática y global de la crisis, condición sine qua non para una estabilidad durable;
reafirma su apoyo fraternal a su partido miembro, el FFS, y a Hocine Aït-Ahmed, en su lucha por el restablecimiento de la paz, la reconciliación nacional y la construcción de una democracia basada en el respeto a las libertades fundamentales, individuales y colectivas, y el respeto a los derechos humanos.