Original: Inglés
1. Estamos viviendo un momento en el que es particularmente importante reafirmar nuestro compromiso con dos valores fundamentales dentro del contexto de la globalización: la paz y la justicia.
Una paz que no sólo es la ausencia de guerra, sino el resultado de unas relaciones internacionales bien gestionadas en beneficio de todos los pueblos del mundo.
Una justicia que sea la base esencial de la paz, y sin la cual la paz no será ni estable ni duradera.
Por lo tanto, luchar por la paz significa, necesariamente, luchar por la justicia.
Debemos rehabilitar las grandes causas y los grandes valores. Son la única manera de prevenir totalmente el triunfo de esas formas excesivamente simplistas de populismo que no dudan en apelar a instintos básicos tales como la xenofobia o el racismo, o el extremado egoísmo de "cada cual por lo suyo" o "sálvese quién pueda".
Sin embargo, estas causas y estos valores deben también generar propuestas que cuenten con credibilidad, particularmente para las generaciones más jóvenes, para aquellos que comprenden cada vez mejor las implicaciones del mundo globalizado en el que vivimos y los nuevos paradigmas que el conocimiento ha introducido en nuestras economías y en el seno de nuestras sociedades, la gran fuerza impulsora, no sólo de la riqueza, sino también de la desigualdad.
2. La comunidad internacional ha definido ahora una agenda basada en la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, en las decisiones de Doha sobre la liberalización del comercio mundial, en el acuerdo de Monterrey sobre el financiamiento al desarrollo y en las conclusiones de Johannesburgo sobre desarrollo sostenible.
Es una agenda limitada. Muy alejada de lo que la IS esperaba y recomendaba. Es importante subrayar que está lejos de ser una garantía y que requiere un compromiso por parte de todos en el marco de nuestras instituciones internacionales, de nuestros gobiernos y de nuestras organizaciones no gubernamentales.
Esta agenda debería concretarse y convertirse en un "pacto global ".
3. Mientras tanto, para la IS, hay cuestiones básicas que deberían convertirse en focos de movilización para la comunidad internacional.
a) La condonación de la deuda de los países más pobres, sujeta a un mínimo de condiciones de buena gobernabilidad y yendo más allá del ineficaz programa de Países Pobres Altamente Endeudados (PPAE).
b) Acuerdo sobre la apertura unilateral de mercados en el mundo desarrollado a las exportaciones de estos países.
c) Un cambio radical de la política de subsidios agrícolas en Europa, en Estados Unidos y en Japón, que ponga fin a la inaceptable distorsión de los mercados y que constituye uno de los principales obstáculos al desarrollo del Sur. Es legítimo, y desde luego necesario, promover el desarrollo rural, apoyar los ingresos familiares, sosteniendo así a la población, el paisaje y el medio ambiente rural y la preservación de los valores culturales que son parte de la identidad de las personas. Sin embargo, esto es incompatible con la actual Política Agraria Común, o con las subvenciones que Estados Unidos ha aumentado recientemente. Es intolerable que el ganado de la Unión Europea viva en mejores condiciones que más de mil millones de mujeres, de niños y de hombres de este planeta.
d) La creación de condiciones para que las gentes más pobres tengan acceso real a las medicinas necesarias para prevenir o curar aquellas epidemias que son actualmente un serio azote para la humanidad.
e) La abolición de los paraísos fiscales, que constituyen no sólo una injusticia fiscal sino, sobre todo, a través de la falta de reglamentación y el derecho al anonimato, un factor decisivo en la financiación del terrorismo, el tráfico de drogas y el crimen organizado.
f) Una fuerte presión política a favor de un aumento significativo de la ayuda pública al desarrollo, que está inaceptablemente por debajo de los objetivos acordados.
g) Finalmente, el compromiso total de la comunidad internacional para enfrentarse a lo que constituye el gran escándalo de nuestro tiempo para la vida humana - la situación en el Africa Subsahariana. Este continente no es sólo la víctima principal de los efectos adversos de la globalización sino que, lamentablemente, está prácticamente al margen de dicho proceso, abandonado a su suerte frente a la guerra, la pobreza, el hambre, la deuda y la muerte. La iniciativa NEPAD, constituida por un grupo de países africanos que pretenden respetar las normas de la democracia y la buena gobernabilidad merece una respuesta mucho más consistente que la vaga simpatía que ha recibido hasta ahora.
4. Estas son las causas reales que motivan y movilizan nuestra intervención y nuestra solidaridad activa. Sin embargo, no reemplazan nuestro punto de vista fundamental. El objetivo central de la IS ha sido, en años recientes, la demanda de un programa global de reformas que regulen la globalización y una nueva estructura de relaciones internacionales más equilibradas y más justas, basado en el imperio de la ley y que garantice un sistema eficaz de "gobernabilidad mundial". Aquí, queremos recordar las sucesivas propuestas que hemos hecho dentro del contexto de la necesaria reforma del Sistema de Naciones Unidas, por ejemplo:
a) El establecimiento de un Consejo de Seguridad Económica y Social de Naciones Unidas, que podría hacerse cargo, con legitimidad internacional, de la misión de coordinar el desarrollo sostenible a escala global y de impulsar respuestas eficaces a los desequilibrios y a las situaciones de crisis que estamos experimentando, con todos los motores principales de la economía mundial detenidos e incapaces de aunar esfuerzos para dar un nuevo impulso al crecimiento y al empleo. Este Consejo debería celebrar reuniones a diferentes niveles, incluyendo cumbres anuales de Jefes de Estado y de Gobierno, junto con los líderes de las organizaciones internacionales globales.
b) La reforma del sistema Bretton Woods y un "consenso de Washington" renovado, con un mayor control democrático y un apoyo basado en una condicionalidad que tenga en cuenta no sólo una estabilidad financiera razonable o la liberalización de los mercados en los países en cuestión, que debería ser aplicada de manera menos estricta, sino también las necesidades económicas y sociales de la gente. El FMI debería tener poderes de regulación más eficaces, que le permitieran garantizar la transparencia de los mercados financieros y el cumplimiento de códigos de conducta adecuados.
c) El establecimiento de una Organización Mundial del Medio Ambiente que promovería la implementación de los acuerdos y de los tratados existentes, tales como el Protocolo de Kioto, redactaría nuevos acuerdos y tratados, desarrollaría políticas y recopilaría información fiable sobre el estado real del medio ambiente en el mundo.
d) Un papel más fuerte y una mayor capacidad de intervención para la Organización Internacional del Trabajo.
e) La introducción de cláusulas sociales y medioambientales no proteccionistas en los acuerdos negociados por la OMC.
5. Propuestas como estas, junto con el avance en materia de procesos regionales de integración política, económica y social, como los de la Unión Europea, una cooperación interregional fuerte y abierta y una intervención cada vez más activa de la sociedad civil en la escena pública global, contribuirán realmente a conseguir una justicia mucho mayor en las relaciones internacionales, como una base real para la paz duradera.
Esta agenda de reformas implica una profunda redistribución del poder, que puede ser considerada utópica para estos tiempos en los que el poder parece estar cada vez más concentrado.
Sin embargo, la utopía de hoy debe convertirse en la realidad de mañana. Así es como siempre ha sido en el pasado, cuando la comunidad internacional se ha enfrentado a sus responsabilidades.
6. Queremos enfatizar 10 puntos clave para este pacto global:
a) El comercio internacional como motor del crecimiento y del empleo, basado en el acceso sin trabas de los países en desarrollo a los mercados de los países desarrollados, especialmente en lo que se refiere a productos agrícolas y de mano de obra intensiva.
b) Convertir el riesgo de una división digital en una oportunidad digital internacional. Los países en desarrollo deben poder "entrar de un salto" en la economía digital y el Norte debería poner en marcha un plan de inclusión para el mundo en desarrollo, incluyendo asociaciones entre el sector público y el sector privado.
c) Convertir el desarrollo sostenible en oportunidades de crecimiento. Las iniciativas que están en marcha con miras a promover el desarrollo sostenible en lo que respecta al medioambiente dentro de la agricultura, la energía y el transporte deberían ser apoyadas y se deberían aprovechar las oportunidades laborales que esto generaría.
d) Un nuevo enfoque para las políticas de desarrollo que combine nuevas oportunidades comerciales, que atraiga inversiones extranjeras, que apoye la iniciativa empresarial, que desarrolle la capacidad productiva nacional, las infraestructuras sociales y una mayor responsabilidad. En los países en desarrollo, la estabilidad y los programas de ajuste estructural deberían proporcionar una mayor capacidad fiscal para la inversión y para un aumento del gasto, especialmente en los ámbitos de la educación, de la sanidad y del desarrollo social. Es necesario acelerar la condonación de la deuda en el caso de países altamente endeudados y las ayudas al desarrollo deben reforzarse, como parte de una estrategia para reducir la pobreza.
e) Una mejor regulación, supervisión y responsabilidad de los sistemas financieros también deberían proporcionar perspectivas más estables en lo que se refiere al crecimiento y al desarrollo sostenible.
f) Invertir en personas. El aumento de los niveles educativos y de las oportunidades de formación para todas las personas, utilizando nuevos métodos, es una condición básica para crear más y mejores puestos de trabajo. Las tecnologías de la información pueden desempeñar un papel clave a la hora de proporcionar nuevas oportunidades y de mejorar la calidad de la educación.
g) La atención sanitaria y la seguridad también suponen una inversión básica en las personas y tienen implicaciones muy positivas para la productividad y la calidad de vida. La lucha contra las enfermedades contagiosas debería considerarse una prioridad clave.
h) La empleabilidad y la adaptabilidad deberían ser fomentadas a través de políticas activas aplicadas al mercado laboral, incluyendo la lucha contra cualquier forma de discriminación y una asistencia más efectiva para los trabajadores pobres, para mejorar la calidad de sus puestos de trabajo. Se necesitan estrategias específicas para la economía informal.
i) Se ha comprobado que una red de seguridad para la protección social supone una fuerte ayuda para que las personas se adapten al cambio.
j) Enfrentarse al crimen relacionado con las drogas y con el blanqueo de dinero fortaleciendo la coordinación internacional para reducir tanto la oferta como la demanda e involucrar a la sociedad civil en la prevención del consumo de drogas.
La implementación de una agenda global de este tipo requiere una amplia transformación de las estructuras de gobernabilidad a todos los niveles: internacional, regional, nacional y local.
Finalmente, la IS considera que la reforma de estas instituciones es una condición primordial para realizar una globalización más justa y más humana. Los fines de esta reforma deben ser los siguientes:
1. En la dirección de estas instituciones, la voz de los países en vias de desarrollo tiene que ser escuchada de manera tal que garantice su plena participación en la toma de las decisiones que les afectan.
2. La actividad de las direcciones de estas instituciones debe realizarse en la más amplia transparencia para que se conozcan los criterios y las finalidades de las decisiones que se toman.
3. Los programas elaborados para enfrentar situaciones de crisis deben ser decididos en colaboración con los países interesados, siempre teniendo en cuenta las consecuencias sociales de los mismos.