Original: inglés
Los ataques terroristas del 11 de septiembre fueron un asalto a la comunidad del mundo entero. La Internacional Socialista condenó enérgicamente los bárbaros ataques perpetrados contra personas inocentes y expresó su profunda solidaridad a todos los hombres y mujeres en duelo en los Estados Unidos y en el mundo como consecuencia de estos crímenes. Al acompañar en su dolor a las víctimas, a sus familias y a todos los afectados, la IS reitera una vez más su repudio al terrorismo.
Dos meses y medio después del 11 de septiembre, la IS expresa que la respuesta de la comunidad internacional de la gran mayoría de los países, independientemente de sus culturas, ha sido positiva para el mundo y su destino. Los peores temores han sido disipados. La política, el diálogo y la cooperación han triunfado sobre las peores pasiones.
Desde el día en que ocurrieron estos ataques, la Internacional ha insistido en que la comunidad internacional no debe escatimar esfuerzos para llevar ante la justicia a los responsables de estas atrocidades y para liberar al mundo del flagelo del terrorismo. La implementación de una coalición internacional de amplio alcance, capaz de enfrentar decididamente al terrorismo, ha sido el objetivo común de los partidos miembros de la IS a través del mundo, en línea con el Consejo de Seguridad de la ONU, el cual, luego de los ataques reafirmó el derecho inherente individual y colectivo a la autodefensa, y la necesidad de combatir por todos los medios, según lo estipula la Carta de las Naciones Unidas, las amenazas a la paz y a la seguridad internacionales resultantes de actos terroristas.
El papel dirigente del Consejo de Seguridad al promover y reforzar un frente común contra lo que evidentemente constituye la principal preocupación en materia de seguridad en el nuevo milenio, continúa siendo esencial. La lucha contra el terrorismo requiere de un alcance multidimensional que incluya no solamente acciones militares sino también iniciativas internacionales para eliminar el financiamiento del terrorismo, coordinar y compartir inteligencia acerca de los perpetradores y sus aliados, y llevar ante la justicia a aquellos sospechosos de estar involucrados en los crímenes del terrorismo, de acuerdo con las normas internacionales para la celebración de un juicio justo.
Respetuosa de los valores de los derechos humanos, la IS condena todas las tentativas de las dictaduras de utilizar el drama del 11 de septiembre y la lucha contra el terrorismo internacional para restringir aún más las libertades y los derechos democráticos.
También revisten gran importancia los esfuerzos humanitarios coordinados por la ONU para proveer alivio a las víctimas de la guerra en Afganistán, así como las iniciativas políticas y diplomáticas de la ONU que ayuden a asegurar a los afganos que sus esperanzas -y las esperanzas de los pueblos de los países vecinos- de alcanzar la paz, la democracia y el respeto a los derechos humanos, puedan ser realizadas.
El establecimiento en Afganistán de un gobierno de amplia base, que incluya a todos los sectores de la sociedad afgana es vital para el desarrollo de la democracia y la reconstrucción del país luego de dos décadas de guerra, cerca de cinco años de sequía, y severa represión a los derechos de las mujeres y de los niños en particular. Un nuevo gobierno debe de manera prioritaria garantizar la participación de las mujeres en la vida política y social del país. Elemento crucial para la reconstrucción y la paz es la entrega y distribución oportuna, por parte de la comunidad internacional, de suficiente asistencia en alimentos que sirvan de sustento a la población afgana durante los duros meses de invierno, y la implementación de un programa extraordinario para la reconstrucción económica y social del país.
Nuestra posición es clara. No hay ninguna excusa para justificar los serios crímenes terroristas perpetrados el 11 de septiembre. Estos trágicos y horribles sucesos ponen en evidencia que no es posible ignorar las crisis que tienen sus raíces en regiones específicas, ya que las amenazas políticas, económicas, financieras y, ahora por cierto, de seguridad, son decididamente globales en su naturaleza, con un tipo de crisis a menudo resultando en otra, como fue el caso de los ataques terroristas que asestaron un grave golpe a la economía mundial, haciendo aún más difíciles las condiciones de los pueblos más pobres que luchan por mejorar sus vidas.
La desesperanza y la frustración en toda región del mundo pueden crear un terreno fértil para el extremismo y la violencia. Urgimos, por lo tanto, que se dedique un tan gran esfuerzo a la lucha contra la pobreza y la injusticia como el que se dedica a la lucha contra el terrorismo.
Los partidos de la IS se comprometen a impulsar una nueva agenda para un nuevo orden mundial y a este efecto promover las siguientes iniciativas:
• Reforzar el papel de las instituciones internacionales pues se hace cada vez más urgente dar a las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales como la OMC, la OMS y la OIT, la capacidad, mandato y recursos para poder enfrentar los desafíos de esta era global, incluyendo la ratificación del Tribunal Penal Internacional.
• Promover una conferencia internacional para el diálogo y el acercamiento de las diferentes culturas del mundo.
• Trabajar hoy más que nunca por extender los valores socialdemócratas por todas las regiones del planeta, convencidos de que son la respuesta más segura a las incertidumbres y esperanzas de todos los pueblos de la tierra.
Por lo tanto, los diferentes aspectos de la lucha contra el terrorismo vienen a agregarse al continuo trabajo de la Internacional Socialista para la solución de todos los conflictos regionales, especialmente el del Oriente Medio, y el alivio de la pobreza. Esto significa promover la paz en todo lugar del mundo donde brote la violencia, el respeto a los derechos humanos donde éstos sean negados, la democracia donde no exista, y la justicia social en todas partes, para lograr un mundo más seguro y más justo.