Declaración sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio

TEL AVIV AND RAMALA - Por un Oriente Medio en paz, 23-24 de mayo de 2005

 

Original: inglés

1. 2005 – un año clave para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio

1.1 La Internacional Socialista reafirma su fuerte compromiso con el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs). Los ODMs forman parte del alcance socialdemócrata para la gobernanza en una sociedad global. Este año ofrece oportunidades únicas para alcanzar la meta de reducir la pobreza a la mitad para el año 2015. La Cumbre de la ONU en septiembre examinará el progreso en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, incluyendo las propuestas del informe del Proyecto Sachs del Milenio, y discutirá el informe del Secretario General "Un concepto más ampliode la libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos para todos", basado en el informe Sachs y en el informe del Grupo de alto nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio. La reunión Ministerial Mundial del Comercio tendrá lugar en diciembre, y la reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, a fines del año. Todas estas oportunidades deben ser aprovechadas en su totalidad.

1.2 En su reunión de Consejo en Johannesburgo en noviembre de 2004, la Internacional Socialista subrayó que el desafío más importante para la próxima década es la implementación de los ODMs, esto fue reafirmado en el Consenso de Monterrey y en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CSDS). La Asamblea General de la ONU ha decidido convocar una Reunión de Alto Nivel en Nueva York en septiembre del 2005, como seguimiento a la Cumbre del Milenio del 2000. Los ODMs establecen objetivos cuantitativos para reducir la pobreza a la mitad para el 2015. La meta es reducir la pobreza en sus diferentes dimensiones: bajos ingresos, hambre, vacíos en la educación, desigualdad entre los géneros, enfermedades, degradación medioambiental, inseguridad en la vivienda y falta de acceso al agua potable y servicios sanitarios. Desgraciadamente, al actual ritmo de progreso muchos países no alcanzarán a lograr estos objetivos. A pesar de que se ha avanzado en algunas áreas, queda mucho todavía por hacer. En el Africa sub-sahariana, por ejemplo, el número de personas que viven allí en la pobreza es aún mayor que en 1990. La pobreza va ligada al rápido crecimiento de la población. El progreso será posible si se logra alcanzar el ODM sobre la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer junto con programas de planificación familiar.

Sin embargo, si se dispusiera de mayores recursos financieros, de acuerdo con la meta de la asistencia oficial al desarrollo Asistencia Oficial al Desarrollo (ODA) del 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); si se lograra un progreso concreto con respecto a instrumentos financieros innovadores; y si los países en desarrollo tomaran medidas para mejorar sus políticas, un significativo progreso adicional hacia estas metas sería posible. La IS hace un llamamiento a todos los gobiernos a cumplir sus compromisos con las iniciativas internacionales en todas las áreas relacionadas con los ODMs. Especiales esfuerzos serán necesarios en Africa, donde al ritmo de progreso actual no se logrará alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el 2015. La IS expresa su esperanza de que el evento mayor reciba el necesario impulso político para una implementación más efectiva de los acuerdos alcanzados en Johannesburgo y el logro de los ODMs.

 

2. Localización de los ODMs

2.1 En su reunión de Consejo en Johannesburgo la IS enfatizó la necesidad de que los países miembros localicen la implementación de los ODMs. El desafío de lograr los Objetivos es enorme y no existe duda de que ello involucrará grandes cambios a escala nacional y global. Tampoco existe duda de que uno de los mayores poderes para el cambio descansa en los miles de decisiones y acciones locales tomadas a diario por las autoridades locales alrededor del mundo. Por lo tanto, la IS subraya la necesidad de que las autoridades locales desarrollen un activo papel, promoviendo e implementando los Objetivos del Milenio.

2.2 Tal vez resulte obvio señalarlo, pero las privaciones que enfrentan los pobres son experimentadas localmente. Por lo tanto, es de crucial importancia que los Objetivos del Milenio sean trasladados al plano local, creando propiedad por parte de actores locales y adaptando los Objetivos a las necesidades y prioridades locales.

En la Cumbre del Milenio de la ONU en el 2000, 189 Jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron, a nombre de sus pueblos en la Declaración del Milenio, a liberar a sus conciudadanos de ‘las abyectas e inhumanas condiciones de la extrema pobreza’. La Declaración reafirma los valores universales de igualdad, respeto mutuo y responsabilidad compartida para las condiciones de todas las personas y busca corregir la desigualdad de los beneficios que genera la globalización. Al centro de la Declaración se ubican los derechos humanos, la paz, la igualdad de género, el medio ambiente y las urgentes prioridades de los Países Menos Desarrollados y de Africa. Ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio emergieron de esta Declaración, comprometiendo firmemente a los gobiernos a un ambicioso número de Objetivos y metas con un plazo límite para el año 2015:

 

Los Objetivos del Milenio

1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

2: Lograr la enseñanza primaria universal

3: Promover la igualdad de géneros y la autonomía de la mujer

4: Reducir la mortalidad infantil

5: Mejorar la salud materna

6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades

7: Asegurar la sostenibilidad del medio ambiente

8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo

 

2.3 Los Objetivos del Milenio reconocen explícitamente -en el Objetivo 8- que la erradicación de la pobreza y sus causas subyacentes requiere de una asociación mundial para el desarrollo. En los Objetivos, los líderes de los países ricos y pobres reconocieron su papel y responsablidades compartidas para erradicar la pobreza a nivel mundial. Los países en desarrollo se comprometieron a reforzar la gobernanza, las instituciones y las políticas. Los países desarrollados, por su parte, se comprometieron a dar una ayuda adicional y más efectiva, mayor alivio sostenible de la deuda y un incremento en las oportunidades de comercio y tecnología para los países pobres.

2.4 Los Objetivos del Milenio abordan muchos de los más perdurables fracasos del desarrollo humano. Contrariamente a los objetivos de las primeras tres décadas de desarrollo de la ONU (1960, 1970 y 1980) que se centraron principalmente en el crecimiento económico, los Objetivos colocan al bienestar humano y a la reducción de la pobreza al centro de la agenda de desarrollo global. Más aún, los Objetivos proporcionan los componentes básicos para el desarrollo humano, cada uno de ellos relacionado con las dimensiones claves del proceso. Finalmente, los Objetivos reflejan una agenda de derechos humanos -derecho a la alimentación, a la educación, al cuidado de la salud y a un nivel de vida digno, como se enumera en la Convención Internacional sobre derechos Económicos, Sociales y Culturales- que confiere obligaciones a los gobiernos de los países, tanto ricos como pobres.

2.5 La Internacional Socialista considera que los Objetivos del Milenio están técnica y económicamente a nuestro alcance. Con una mayor responsabilidad y unas mejores prioridades presupuestarias, incluso los países más pobres pueden funcionar mejor. Lo que falta es la voluntad política para colocar los Objetivos al centro de las políticas locales, nacionales e internacionales. El desafío que enfrentamos es hacer que los gobiernos de los países ricos y pobres respondan a sus compromisos. Si seguimos ‘como si no pasara nada’, los Objetivos no se lograrán para el año 2015. En el caso del Africa sub-sahariana, el Objetivo 1 (erradicar la pobreza extrema y el hambre), si se continúa al ritmo de hoy, se lograría solamente en el 2147.

2.6 Los parlamentarios, la sociedad civil, los medios, y las autoridades locales necesitan cumplir su papel – cada cual en sus áreas específicas y complementarias para hacer que los gobiernos asuman sus responsabilidades. Las responsabilidades de estos interesados variarán de acuerdo a la división total de trabajo entre países ricos y pobres. Es responsabilidad primordial de los gobiernos de los países en desarrollo abocarse al logro de los primeros siete Objetivos – reducir a la mitad el número de pobres, proveer educación básica a todas las niñas, poner fin a la mortalidad infantil y materna, luchar contra el VIH/SIDA, y asegurar un desarrollo sostenible.

2.7 Los países de la OCDE deben enfocar sus esfuerzos, en primer lugar y de manera más importante, en cumplir las promesas del Objetivo 8 – es decir, ayuda adicional y más efectiva, dirigida principalmente a los países pobres, alivio más sostenible de la deuda, y mayores oportunidades de comercio y tecnología para los países pobres. Es de primordial importancia que los países ricos por su parte cumplan con el contrato global antes del 2015, ya que la ayuda adicional es de hecho una contribución al resultado final en el 2015.

 

3. El papel de las Autoridades Locales en los países de la OCDE

3.1 La IS señala que para que los países pobres puedan lograr los ODMs, se necesitan 50 billones de dólares de ayuda adicionales por parte de los países de la OCDE. Al mismo tiempo, la IS propugna la entrega de una ayuda de alta calidad y más efectiva. Finalmente, se necesitan urgentes medidas para corregir las fallas del sistema de comercio internacional que continúa impidiendo a los pobres del mundo desarrollar un comercio que los saque de la pobreza.

3.2 En cuanto a la razón por la cual las autoridades locales de los países de la OCDE deberían relacionar su trabajo a los Objetivos y qué acciones deberían considerarse. La Agenda 21 ofrece el potencial para que las autoridades locales en los países de la OCDE promuevan temas internacionales. Ya se establecieron redes de trabajo y se ha adoptado una acción concertada para hacer avanzar temas de preocupación global. Ahora, los Objetivos del Milenio proveen a los actores locales con un marco de trabajo avalado internacionalmente para dar forma a plataformas políticas destinadas a luchar contra la pobreza global.

3.3 Sin embargo, existe una continua preocupación acerca de la efectividad de la ayuda. En algunos países de la OCDE se han realizado intentos por vincular los flujos de la ayuda al logro de los Objetivos del Milenio. Los Objetivos han ayudado de esta manera a reforzar los sectores pro-ayuda al cambiar la imagen de la ODA desde simples donaciones que apoyan regímenes corruptos a programas concretos que pueden, por ejemplo, reducir la mortalidad infantil o proveer educación básica. Dentro de esta perspectiva, los Objetivos del Milenio constituyen una oportunidad única también para que las autoridades locales comprometan a sus sectores a realizar amplios debates sobre la manera cómo se podría combatir la pobreza global.

3.4 El “acuerdo global” representa una buena oportunidad en términos de ampliar las plataformas políticas destinadas a temas de desarrollo y a un aumento de la responsabilidad global. De hecho, las autoridades locales en algunos países de la OCDE ya van por ese camino al destinar un pequeño porcentaje de sus presupuestos a la cooperación para el desarrollo. A pesar de ser principalmente un acto simbólico, tales esfuerzos contribuyen a colocar temas internacionales en las agendas locales y de ese modo aumentar la conciencia y el interés del público. Esto último es muy importante para establecer sectores nacionales en favor de políticas de ayuda a los pobres.

3.5 Para asegurar que los gobiernos cumplan sus promesas con respecto a la ayuda, la deuda y el comercio, se requiere de una presión ejercida desde abajo. Las autoridades locales pueden contribuir a ésto abogando para ello con los gobiernos nacionales como también con miembros del parlamento representantes de sus sectores. La organización de eventos públicos y el patrocinio a actividades de la sociedad civil son otras importantes tareas. Las alianzas de amplia base entre autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil relacionadas con los ODMs podrían ayudar a reforzar las bases de poder de las autoridades y aumentar su legitimidad. En muchos lugares, una acción conjunta entre autoridades locales y actores no-estatales también ha contribuido a aumentar la participación democrática y a explotar mejor las conexiones horizontales.

 

4. El papel de las autoridades locales en los países en desarrollo

4.1 Aún si se logra progreso entre los países desarrollados para cumplir con la meta ocho, los Objetivos del Milenio no se alcanzarán a menos que se adopte una acción concertada por parte de los países en desarrollo en si mismos. Incluso el país más pobre puede funcionar mejor. Y dentro de este esfuerzo las autoridades locales son actores cruciales. Los Objetivos proporcionan a las autoridades elegidas localmente en los países en desarrollo nada menos que un marco de trabajo avalado por el gobierno, el que puede ser usado para impulsar una reforma en favor de los pobres e incentivar el gasto, entre otros, en salud, en educación y en el medio ambiente.

4.2 Más aún, los Objetivos resumen las aspiraciones del electorado al tratar temas concretos susceptibles de medición, que tocan a todos; tener una escuela cerca con un profesor que llega al trabajo y libros y lápices para uso de los estudiantes; contar con al menos una bomba manual que provea de agua potable y de fácil acceso para las mujeres, y un policlínico con medicinas y un doctor y una enfermera. Un enfoque claro y coherente sobre los Objetivos  puede por lo tanto hacer más atractivas políticamente las agendas de las autoridades locales, ayudándoles a ganar confianza y conectarse con su electorado.

4.3 Un uso explícito de los ODMs por parte de las autoridades locales, como un marco de trabajo para la entrega de servicios, podría también ayudar a vincular esfuerzos a nivel local con planes de desarrollo avalados nacional e internacionalmente y de ese modo contribuir a incentivar el desarrollo a nivel local. Más específicamente, el valor agregado es que los Objetivos proveen un marco de trabajo también a nivel local, para la responsabilidad, coordinación de donantes, movilización de recursos y alcances exhaustivos, dirigidos y con plazos fijos de tiempo para las políticas en favor de los pobres.

4.4 La descentralización es sin duda la manera más eficiente de entregar servicios si se compara con ministerios sectoriales “de arriba hacia abajo”. Esto se debe a que la planificación de la ciudad y la participación pueden explotar mejor la sinergia entre las intervenciones en salud, educación, agua, salubridad y otros servicios. Y finalmente, los empleados públicos o el personal de servicio a nivel local son responsables no solamente ante los sectores de poder de la sociedad sino también ante los pobres. Tanto la sinergia como la responsabilidad son elementos cruciales de los ODMs. Los Objetivos aplicados por las autoridades locales pueden por lo tanto contribuir al sostenimiento y al fortalecimiento del proceso de descentralización.

4.5 En muchos países existen disparidades significativas en el desarrollo entre regiones. Las regiones más ricas a menudo se benefician en forma desproporcionada de los planes de desarrollo de sus Estados, mientras las más desventajadas continúan quedando rezagadas. Por esta razón el alcance localizado para la obtención de los ODMs debe ir acompanado siempre por mecanismos financieros para asegurar una igualdad territorial dentro de los países. Dentro de este contexto, los ODMs proveen un marco para comparar puntos de referencia e intercambiar ideas. En varios países se llevan a cabo actualmente esfuerzos para emitir informes de progreso regional sobre el logro de los ODMs. Iniciativas que tienen el potencial de crear fundaciones para debate público sobre prioridades de desarrollo regionales y locales y planificación de acciones. Ellas pueden también ayudar a reforzar el liderazgo local en apoyo al desarrollo humano, a niveles regionales y municipales, todos ellos requisitos vitales para el logro de los ODMs.

4.6 Por último, mientras se vive con fácil acceso a los servicios básicos en la ciudad formal, a una gran proporción de los pobres urbanos se les niega el derecho al acceso a dichos servicios. La población urbana también está creciendo a un ritmo que va en aumento y la afluencia de personas, principalmente de pobres, se asienta en extendidas barriadas insalubres. Por lo tanto, mejorar las vidas de los que viven en las barriadas debe ser una prioridad central para las autoridades locales en los países en desarrollo dentro de los esfuerzos generales por alcanzar los ODMs.

4.7 Volviendo ahora a la necesidad de localizar las metas de los Objetivos del Milenio. Los ODMs dan una visión global para el desarrollo, pero para que los Objetivos tengan un significado, ellos deben trasladarse a los contextos locales y adaptarse a las necesidades y desafíos locales. La idea es que las metas deben adaptarse para que presenten un equilibrio sensato entre ambición y realismo. Las metas demasiado ambiciosas son poco probables de provocar una acción; las metas que no presentan desafíos son poco probables de movilizar personas o recursos. Los ODMs alientan a los interesados a pensar globalmente pero a actuar localmente.

4.8 La IS saluda el programa conjunto ONU-HABITAT - PNUD, llamado “Asociación Urbana del Milenio – Loalizando los ODMs”, que dará apoyo a las autoridades locales en la implementación de los ODMs y a dar poder a los sistemas de gobernanza local. Las asociaciones de autoridades locales, a nivel global y estatal, serán socios importantes en esta tarea, junto con un gran número de agencias de la ONU.

4.9 Un gran número de países han producido informes sobre el estado del logro de los ODMs. Además de tomar inventario el propósito es informar y movilizar al público. El compromiso de una amplia base de la sociedad es esencial en este proceso. Pero desgraciadamente los informes hechos hasta ahora no han sido lo suficientemente participativos. Muy a menudo ha sido una operación de gobierno patrocinada por la ONU, solamente con una limitada interacción por parte de otros interesados. Las autoridades locales junto con las Organizaciones de la Sociedad Civil deben por lo tanto demandar acceso al proceso y de ese modo asegurar que las opiniones, evaluaciones y prioridades locales queden reflejadas debidamente en el documento final. Los miembros de parlamentos, especialmente aquellos elegidos en las regiones respectivas, deben participar en este proceso.

4.10 Los ODMs respectivos requerirán de un diferente alcance en las políticas, dependiendo de las necesidades y prioridades locales. Por lo tanto, no existe un mismo alcance para todos acerca del papel de las autoridades locales para lograr los Objetivos. De ahí que la IS subraye un factor de gran relevancia: la necesidad de una buena gobernanza.

4.11 La IS subraya que un manejo responsable y efectivo de los recursos financieros públicos constituye una de las más fundamentales responsabilidades de los órganos elegidos públicamente. El principal desafío es desarrollar instituciones y procesos que respondan a las necesidades del ciudadano común, incluyendo a los pobres. A este respecto, los alcances participativos aplicados a la confección de presupuestos y al manejo del gasto público sirven como una lección importante y muy alentadora.

4.12 Un alcance similar es el llamado análisis de presupuestos con atención al género. A la luz del papel crucial que cumplen las mujeres en las comunidades pobres, el vincular los compromisos a la igualdad de género y a los derechos humanos de las mujeres a la distribución, uso y generación de los recursos públicos, ha demostrado ser una manera efectiva para implementar políticas que lleven al logro de los ODMs. Este punto destaca además la gran importancia del Objetivo tres acerca de la igualdad de género como un detonador para el logro de los otros Objetivos.

4.13 Finalmente, mucha de la información necesaria para hacer un adecuado seguimiento de los ODMs debe originarse en información recolectada localmente, la cual es posteriormente agregada para dar cobertura en el Estado. Pero quizás más importante es el hecho de que mucha de la información necesaria para impulsar una acción encaminada al logro de los Objetivos dentro de los países, necesita ser generada localmente. Una mejor gobernanza local implica una mejor información local, por ejemplo constatar quiénes en la comunidad local no cuentan con cuidado de la salud, con agua potable segura, conveniente y asequible, y con adecuados servicios sanitarios. En resumen, una mejor gobernanza local debe cumplir un papel crucial en asegurar que los procesos de desarrollo local aborden los ODMs dentro de cada localidad.

4.14 Es importante reconocer que la mayor parte del crecimiento de la población mundial se dará en las ciudades de los países en desarrollo. El siglo XXI será testigo de una masiva y rápida urbanización, con dos billones de nuevos residentes en las ciudades del mundo en desarrollo en los próximos 25 años. Este proceso, aunque estimulado por el desarrollo económico, llevará también a graves divisiones en el crecimiento entre ciudades y entre grupos sociales. La próxima década será también testigo de una mayor urbanización de la pobreza. Cerca de un billón de residentes urbanos en las ciudades del mundo en desarrollo probablemente serán pobres, si continúan las tendencias actuales. El número de habitantes urbanos en viviendas insalubres y en asentamientos en ocupaciones ilegales, también es susceptible de aumentar en estos países con una rápida urbanización. La infraestructura en estas ciudades será incapaz de hacer frente al rápido crecimiento de la población. Como resultado, el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio será más difícil en las áreas urbanas. Por lo tanto, la IS reafirma que los representantes de las ciudades son actores indispensables dentro de los esfuerzos generales por alcanzar los Objetivos del Milenio. Ellos son el nivel de gobierno más cercano a las comunidades y tienen el mandato de asegurar que las ciudades funcionen bien y sean sostenibles. La IS apoya el proceso de integración de los las autoridades locales dentro de la Organización Mundial "Ciudades Unidas y Gobiernos Locales" (CUGL) y desea que esta organización esté cada vez más asociada al trabajo de las Naciones Unidas y particularmente a los programas para lograr los ODMs.

 

5. La Cumbre del Milenio de la ONU + 5

5.1 En septiembre, los líderes mundiales se reunirán en Nueva York para medir el progreso desde que emitieran la Declaración del Milenio en el año 2000. En enero de 2005, el Proyecto del Milenio de la ONU, un órgano consultivo independiente comisionado por el Secretario General de la ONU Kofi Annan, para desarrollar un plan global para el logro de los ODMs para el 2015, presentó sus conclusiones al Secretario General. La IS saluda y destaca el optimismo del mensaje del Informe del Proyecto del Milenio “Invirtiendo en el Desarrollo”, que aunque el mundo está lejos de lograr los ODMs, si se introducen de inmediato las necesarias medidas políticas, estos objetivos pueden ser logrados. El Informe del Proyecto del Milenio es un dramático llamamiento a los gobiernos a no persistir con su actitud de “todo sigue igual” frente a la pobreza en el mundo en general. La IS apoya decididamente este llamamiento. El informe contiene argumentos útiles en apoyo a las demandas para una reforma de la cooperación al desarrollo, para la cancelación de la deuda, y para un aumento sustancial del ODA.

5.2 La IS saluda el informe del Secretario General de la ONU Kofi Annan sobre la implementación de la Declaración del Milenio "Un concepto más amplio de la libertad". Este informe formula recomendaciones viables para el logro de los ODMs. El mensaje principal del informe es de que los objetivos de la declaración pueden lograrse, pero sólo si los Estados miembros están dispuestos a adoptar un paquete de decisiones específicas y concretas durante este ano.