El Presidium reitera la condena expresada en el último encuentro del Consejo de la Internacional Socialista por la responsabilidad que le cabe a las autoridades de esa nación ante el creciente número de víctimas, la polarización política y los enfrentamientos violentos que conoce Nicaragua desde hace más de cinco meses. Éstos lejos de haberse resuelto mediante un proceso de diálogo hoy detenido, arrojan un saldo de más de quinientos muertos, miles de heridos y centenares de presos políticos.
El Presidium considera inaceptables las graves violaciones a los derechos humanos conocidas en Nicaragua en estos últimos meses y condena asimismo la responsabilidad que en ellas cabe a las fuerzas policiales, parapoliciales y otros grupos de terceros armados, responsabilidades que deben ser establecidas y debidamente sancionadas. Para que un verdadero diálogo pueda restablecerse y avanzar, éste debe ser inclusivo y darse en un marco pacífico, como recientemente ha destacado el Secretario General de Naciones Unidas. Se deben abandonar de inmediato prácticas tales como el uso indiscriminado y excesivo de la fuerza sobre manifestantes y la criminalización y persecución judicial de la oposición política. Todos los presos políticos deben ser liberados de inmediato.
La IS considera inaceptable la hostilidad del gobierno nicaragüense hacia organismos regionales e internacionales que se han involucrado en la actual situación de acuerdo a su mandato y competencia. Sostener que las acciones de la OEA y de Naciones Unidas son injerencistas revela una concepción superada de las relaciones entre soberanía y derechos humanos. El Presidium formula un llamado al gobierno de Nicaragua para que la institucionalidad internacional pueda operar con plenitud en el país. Finalmente, la IS expresa su viva preocupación por los miles de nicaragüenses que están abandonando su país e instalándose principalmente en Costa Rica, lo que agrava la crisis migratoria Centroamericana.
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