El Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, SICLAC, reunido en Santiago los días 30 y 31 de mayo de 1997, declara:
La actual tendencia a la concentración y centralización del capital a escala mundial amenaza destruir valores fundamentales de la convivencia entre hombres y pueblos y conquistas que parecían indiscutibles en cuanto a la relación del trabajador con el capital.
No es posible pretender impedir o enfrentar las transformaciones estructurales con el mero voluntarismo, pero tan antihistórico como ello es aceptar que la simple mundialización de capitales puede engendrar algún saldo positivo. Se impone por lo tanto redoblar el esfuerzo para encontrar caminos que nos liberen de esa amenaza y reafirmar el cooperativismo como una herramienta de la internacionalización fecunda y no agresiva entre los pueblos en la búsqueda de soluciones asentadas en la razón y en la convicción de que la solidaridad entre los hombres es una fuerza más poderosa que la pretensión de los grandes capitales financieros de imponer su gobierno al mundo.
Ratifica que es necesario recuperar y modernizar la función del cooperativismo como una forma más justa, apta económica y tecnológicamente, humana y eficaz de concentración de capitales.