Consejo Mundial de la Internacional Socialista Reunidos en la ciudad de Rabat, Marruecos, los días 20, 21 y 22 de diciembre de 2024, los miembros del Consejo Mundial de la Internacional Socialista manifestamos nuestra profunda preocupación por la grave crisis política, económica y social que persiste en Venezuela. En esta ocasión, hacemos un llamado enfático al respeto a la voluntad popular expresada en las elecciones del 28 de julio de 2024, a la liberación inmediata de los presos políticos y al cese de toda forma de persecución política. Declaramos lo siguiente:
Reiteramos el llamado a la comunidad internacional para que en Venezuela se realice una verificación clara, transparente y confiable de las actas de votación, los resultados electorales y la voluntad popular expresada de manera inequívoca el 28 de julio de 2024. Cualquier intento de alterar la decisión del pueblo venezolano compromete los principios esenciales de la democracia y agrava la situación institucional que vive el país. Instamos a la pronta restauración del orden democrático y al respeto pleno de los resultados electorales como legítima manifestación de la soberanía popular.
Apoyamos el diálogo y la mediación internacional. Instamos a las partes a comprometerse genuinamente en este proceso, priorizando el bienestar del pueblo venezolano y la restauración del Estado de Derecho.
Instamos al cese inmediato de las intervenciones judiciales sobre las organizaciones políticas, así como a la restitución de su gestión a las autoridades legítimamente constituidas, garantizando el pleno respeto a su autonomía y liderazgo.
Hacemos un llamado al cese inmediato de cualquier tipo de represión y persecución hacia las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos, cuyas voces son fundamentales para el fortalecimiento de una sociedad plural y democrática. La limitación de la participación ciudadana mediante normativas restrictivas resulta incompatible con los principios esenciales de un sistema democrático.
Reconocemos que la crisis económica y social en Venezuela ha provocado uno de los mayores éxodo migratorio de personas en la historia reciente de América Latina. Más de 7 millones de venezolanos han abandonado su país en busca de seguridad, oportunidades y un mejor futuro. Esta crisis migratoria tiene profundas implicaciones para los países receptores, que han mostrado una gran solidaridad al acoger a estos ciudadanos. Sabemos que de no conseguir una clara solución en el 2025 una nueva ola migratoria afectará considerablemente a los países de la región.
Instamos a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos para apoyar a los países que están recibiendo y atendiendo a los migrantes venezolanos, mediante asistencia humanitaria y programas de integración social y laboral. A su vez, hacemos un llamado a los gobiernos de la región para garantizar los derechos fundamentales de los migrantes, evitando su criminalización y promoviendo su inclusión en las economías y sociedades de acogida, en cumplimiento con los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
Nos ofrecemos como espacio de mediación y diálogo para contribuir a la solución de la crisis venezolana. La Internacional Socialista está dispuesta a facilitar encuentros entre las partes, con el objetivo de recuperar el respeto por las instituciones democráticas, los derechos humanos y el voto como herramienta fundamental para dirimir las diferencias políticas. Asimismo, nos comprometemos a trabajar con los países de la región en la creación de políticas coordinadas para atender la crisis migratoria y sus repercusiones humanitarias, con miras a construir un futuro digno para los venezolanos dentro y fuera de su país.
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