Cambio Climatico: Trabajando por una respuesta unificada

 

El Consejo de la Internacional Socialista, reunido en Nueva York los días 21 y 22 de junio de 2010,

Expresa nuevamente el compromiso socialdemócrata de actuar de modo inmediato, decidido y coordinado frente al cambio climático como una prioridad para sus fuerzas políticas;

Señala que tras la Cumbre de Copenhague de fines del año pasado la temática del cambio climático pareciera haber perdido presencia en la agenda internacional, lo que debe ser observado con preocupación ante la magnitud del problema y la urgencia por tomar sin retraso medidas para combatirlo;

Insiste en su llamamiento a la comunidad internacional a no relajarse en la lucha contra el recalentamiento global; a no conformarse sintiendo que se ha hecho lo suficiente; a no caer en el fatalismo de asumir que no se puede hacer más; a no diferir las decisiones que son hoy necesarias;

Recuerda el trabajo rico y profundo que en torno a este tema ha desarrollado desde hace años. La Internacional ya en el Consejo de Santiago de Chile de 2006 lo abordó; se le dio continuidad en el Consejo de Ginebra en 2007, cuando fue establecida la Comisión por una Sociedad Mundial Sostenible; en todos los últimos encuentros de la organización el cambio climático aparece en un lugar preferente en su agenda;

Recalca la importancia de la labor llevada adelante por la Comisión durante las reuniones sostenidas en países desarrollados y en desarrollo, en las que se trató el tema con líderes políticos, científicos, académicos y representantes de la sociedad civil, y se pudo conocer in situ de los devastadores efectos del cambio climático sobre la naturaleza y los asentamientos humanos;

Reitera que el Informe de la Comisión, “De una Economía de Alto Carbono a una Sociedad de Bajo Carbono”, dado a conocer en esta misma ciudad de Nueva York el 23 de septiembre pasado, con ocasión de la reunión del Presidium de la Internacional Socialista, es un documento particularmente valioso y valorado por la organización por tratarse de una propuesta progresista y global ante este problema común a todas las naciones del planeta;

Agradece el esfuerzo de los integrantes de la Comisión, de los partidos miembros que la acogieron en sus tareas alrededor del mundo, de la comunidad científica que compartió con ella sus preocupaciones y propuestas para hacer frente a la amenaza, de las organizaciones sociales y comunitarias que le mostraron cómo el cambio climático afecta hoy ya sus condiciones de vida. A pocos días de la reunión del G20 en Toronto y a menos de seis meses del COP 16 de Cancún, la Internacional Socialista se hace un deber el recordar que el desafío del cambio climático mantiene su plena vigencia y prioridad.

La reflexión progresista de los últimos años ha identificado y puesto de relieve ciertos puntos que deben ser tenidos en consideración al momento de negociar y concluir un instrumento internacional ambicioso y realista al mismo tiempo.

El desafío es colectivo y la respuesta eficiente al mismo sólo puede ser común. Reto compartido, responsabilidades para países desarrollados y en desarrollo, pero con obligaciones diferenciadas;

Las negociaciones deben concluir en un texto vinculante, con compromisos claros para las partes, un sistema eficiente de seguimiento de los objetivos propuestos y medidas de corrección ante eventuales incumplimientos de las obligaciones asumidas.

Los países desarrollados deben avanzar en sus esfuerzos de transferencia tecnológica hacia los países en desarrollo. El uso de tecnologías ecológicamente sustentables supone importantes transformaciones en los países en desarrollo, lo que requiere asistencia técnica y recursos económicos. Los fondos internacionales ya existentes de apoyo a este proceso de reconversión deberán ser reforzados y nuevos instrumentos adaptados a necesidades más particulares deberán implementarse.

El mundo del trabajo, tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo, debe ser tenido en especial consideración al momento de llevar adelante estas sustantivas transformaciones. En tal sentido, la Internacional Socialista reitera lo que expresara en su Consejo de Budva en torno a la alianza empleo-medio ambiente y a planificar una transición justa en las transformaciones que experimenten los procesos de producción;

Asimismo, tal como también expresara en su reciente Consejo de Santo Domingo, la IS subraya la inequidad en la que puede encontrarse la población ante el cambio climático, siendo muchas veces los grupos más vulnerables, y para los cuales las adaptaciones resultan más difíciles, los más duramente golpeados o amenazados por el calentamiento global.

El acuerdo que se concluya, debe tener como estándar mínimo el de reducir las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) a 350 ppm, nivel de concentración del gas en la atmósfera que permitiría cumplir el objetivo de aumento máximo de temperatura en 2° Celsius por sobre la del período preindustrial.

Finalmente, la Internacional Socialista expresa que continuará desplegando todos sus esfuerzos por seguir adelante, recorriendo el camino de lucha contra el cambio climático con una mirada progresista y reitera su confianza en la construcción de un modelo global de desarrollo verde como única alternativa para una sociedad mundial sostenible.

 

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