En Malí, Burkina Faso y Níger, se observa un deterioro continuo de las situaciones económicas, sociopolíticas y de seguridad desde que las juntas militares tomaron el poder en estos países.
A pesar del agravamiento de los desafíos en materia de seguridad y de la ausencia de perspectivas para salir de una grave crisis económica que debilita a estos países, los militares en el poder no muestran ninguna voluntad de conducir a sus países por el camino inevitable de la restauración del orden democrático. Así lo demuestra la reciente disolución de los partidos políticos en Níger y Malí.
La Internacional Socialista insta a las autoridades militares de los tres países a tener en cuenta las aspiraciones reales de sus pueblos por la democracia y la paz, y a acelerar la organización de elecciones libres y transparentes, como única garantía de una estabilidad duradera en la subregión.
Asimismo, la Internacional Socialista exhorta a las autoridades de estos países a favorecer una distensión del clima político, poniendo fin a toda forma de represión contra los actores políticos, la sociedad civil y los medios de comunicación.
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